El mandatario no participó del homenaje que la Policía Nacional del Perú a Santa Rosa de Lima, patrona de la PNP. Foto: Composición.
El mandatario no participó del homenaje que la Policía Nacional del Perú a Santa Rosa de Lima, patrona de la PNP. Foto: Composición.

Es cierto que vivimos en un país laico, pero el mandatario del Perú, cualquiera sea su tendencia religiosa, debe entender que nuestro territorio resulta mayoritariamente católico y, por ende, tendría que guardar respeto por las creencias del pueblo que le dio la representatividad sentándolo en Palacio de Gobierno. El hecho real es que, como apunta Carlos Basombrío, “nunca un presidente o un ministro del Interior han fallado al homenaje. Un presidente y un ministro cobardes lo han hecho por primera vez. Saben que tienen rabo de paja y que en la PNP los repudian. Santa Rosa de Lima, a quien festejamos los 30 de agosto, es la patrona de la Policía Nacional”. Y es que, además de ningunear a la santa, el profesor chotano no tuvo mejor idea que lanzar un PL que declara el 30 de agosto Día Nacional de las personas desaparecidas durante el periodo de violencia 1980-2000. Una genialidad que solo cabe en su cerebro. Habrase visto.