Carlos Cáceda tapó tres penales en la tanda del partido entre Melgar e Internacional. (Foto: GEC)
Carlos Cáceda tapó tres penales en la tanda del partido entre Melgar e Internacional. (Foto: GEC)

El trabajo estratégico y visionario, la formalidad, la seriedad y la valoración del recurso humano, elementos básicos de cualquier compañía que busca el éxito, acaban de golear al desdén, la falta de profesionalismo y el interés propio con el triunfazo de FBC Melgar sobre el poderoso Internacional de Porto Alegre, accediendo de esta manera a la semifinal de la Copa Sudamericana. A ver si los llamados “clubes grandes”, que en realidad nunca han ganado nada y apenas son gallos que solo cantan en su corral (con excepción del papá Cienciano), toman como modelo de funcionamiento institucional al cuadro rojinegro porque el orden organizacional, los KPIs bien sustentados y la planificación siempre serán el camino correcto para lograr la victoria y ser una unidad de negocio rentable. El fútbol es emoción, pasión, delirio, pero también una empresa que no puede estar en manos de dirigentes amateurs. La FPF igual valdría que se empape de esta política ganadora del “León del Sur”.