Como el presidente Pedro Castillo adolece de dos dedos de frente, lo lógico es que se rodee de operadores políticos que le ayuden a levantar las vigas para sostener a este país que él ha llevado al borde del colapso, sin embargo, lo que tiene a su alrededor son ministros ayayeros que solo buscan mantener el fajín y, por ende, el sueldazo, soslayando las sendas metidas de pata en que evidentemente ha incurrido el mandatario. Escuchamos la queja de Alejandro Salas, titular de Cultura y expulsado de Somos Perú, de que (a algunos ministros) la prensa los tilda de sobones, pero de qué otra forma llamar a alguien como él que, ni bien sacaron a Mariano González, se le fue encima diciendo que no trabajaba. Otro que a diario pone las manos al fuego por el investigado mandatario es el ministro de Justicia, Félix Chero. Lo que Torres, Salas, Chero y Gavidia no entienden es que son servidores del Estado, no paladines del señor que ocupa Palacio de Gobierno. A ver si lo entienden.