Se la lleva fácil Lilia Paredes, a pesar de que es investigada por la Fiscalía como coordinadora de una organización criminal que habría dirigido su esposo, el hoy preso Pedro Castillo. Lo decimos por la dolce vita que tendrá en México, el país del belicoso presidente Andrés Manuel López Obrador. Como reza el dicho popular, la maestra cajamarquina se va de robo porque AMLO le pondrá vivienda, comida, dinero y todo lo que necesiten sus dos hijos para estudiar y hacerla linda. “Se les dará un dinero para que se puedan mantener. Ellos viajan sin nada, empiezan una nueva vida, por eso se le llama derechos humanos intrínsecos”, señala el excanciller Miguel Ángel Rodríguez Mackay. En buen romance, Lilia Paredes ha burlado a la justicia peruana con ayuda azteca porque, como acota el especialista, “la esposa de Pedro Castillo no podrá ser extraditada en caso el Perú lo pida...”. Sin embargo, también está escrita la sentencia de que la justicia tarda, pero llega.