Llegada de la primera dama, Lilia Paredes, al Comisión de Fiscalización del Congreso acompañada de su abogado Benji Espinoza. Foto: Jorge Cerdan/@photo.gec
Llegada de la primera dama, Lilia Paredes, al Comisión de Fiscalización del Congreso acompañada de su abogado Benji Espinoza. Foto: Jorge Cerdan/@photo.gec

Parecía una grabación: “Por recomendación de mi abogado (Benji Espinoza) me abstengo a (de) declarar”. Así respondió la primera dama, Lilia Paredes, a todas las preguntas que le formuló ayer la Comisión de Fiscalización sobre el presunto tráfico de influencias en que habría incurrido su hermana, Yenifer Paredes, al ofrecer una obra de saneamiento en el distrito de Chadín, provincia de Chota, en Cajamarca. En las redes se repreguntaron: “¿Y entonces para qué fue al Congreso?”. No faltaron quienes, por el contrario, resaltaron que la esposa del mandatario “estaba dando la cara”. Su alegato fue que ya había declarado sobre lo mismo ante la Fiscalía el 8 de julio. La que sí se pasó de vueltas fue, precisamente, su hermana Yenifer al informar al referido grupo congresal que no sabía nada de la citación porque a su domicilio, en Chugur, no había llegado nada. ¿No que, como “hija” de Castillo, vivía en Palacio? Así no juega Perú.