Otro gabinete a la vista luego de la renuncia de Aníbal Torres al premierato. Sabemos de la compulsiva tendencia del presidente Pedro Castillo a la mala elección de ministros de Estado, y no debe extrañarnos que esta vez la saga continúe. Y como el “prosor” no tiene cuadros y la cuota que suele endilgarle Vladimir Cerrón siempre es para llorar, hay que prepararnos para ver más de lo mismo, tanto en la PCM como en los fajines ministeriales. Lo más seguro es que apele, para primer ministro, a alguno de los ayayeros que lo circundan y le pasan la franela, destacando en ese sentido el titular de Cultura y su par de Justicia, auspiciador de la “ley mordaza”. En ese sentido, que Castillo haya convocado a tutilimundi para que sea parte del nuevo gabinete solo es un sombrero al viento, una salida para curarse en salud ante la eventual metida de pata. Este gobierno ya no tiene crédito ante la población con tantas evidencias e investigaciones por actos de corrupción, de manera que, al menos, debe buscar el gol del honor.