Aníbal Torres planteó cuestión de confianza por un proyecto que presentó minutos antes.
Aníbal Torres planteó cuestión de confianza por un proyecto que presentó minutos antes.

Este gobierno ha pasado de la desmejoría a la mañosería política. Ad portas de la llegada de una misión de la OEA, otro capricho de Pedro Castillo afinando su modo victimización, el premier “Caníbal” Torres saca del bolsillo una cuestión de confianza a fin de que el Congreso derogue la Ley 31399, que protege la Constitución para limitar el referéndum. Aunque el primer ministro diga que “el objetivo de esto no es iniciar el camino para cerrar el Parlamento”, ya sabemos que no hay “palabra de maestro” y que el fin supremo es hacer lo que les da la gana y tapar la andanada de denuncias contra el mandatario, su entorno familiar, amigotes prófugos y hasta ministros. La amenaza está dada: si es “rehusada” el Ejecutivo alista la guadaña, como ha dejado entrever el ministro-guardaespaldas Alejandro Salas. “Por eso, lo que debe hacer el Congreso es rechazar con firmeza este intento del gobierno de generar una confrontación solo para sacar réditos políticos y declarar una ‘denegación fáctica” que lo acerque a la disolución del Parlamento. El esquema Vizcarra”, apuntó el analista Jaime de Althaus.