Guido Lombardi, congresista de Peruanos Por el Kambio, sugiere una idea arriesgada, pero a la vez estratégica: que Nancy Lange, la primera dama, no acuda a las caprichosas citaciones de la comisión “Lava Jato”, presidida por la fujimorista Rosa Bartra, y obligue a este grupo congresal a llevar al Parlamento -de grado o fuerza- a la esposa del presidente Pedro Pablo Kuczynski.

Así, estaremos ante una muestra tangible, dice el también periodista, del abuso desmedido que practica la bancada de Keiko Fujimori y, en este caso, el gran testigo a pantalla gigante será la población (que, la verdad, ya está harta de tantas cortapizas en el Congreso).

Aquí no defendemos a PPK, defendemos la ins-ti-tu-cio-na-li-dad y creemos que la estampa presidencial tiene sus propios escudos constitucionales. No recuerdo qué alegatos utilizó la comisión de Constitución, dirigida por la congresista naranja Úrsula Letona, para establecer que el mandatario está obligado a comparecer personalmente ante la comisión “Lava Jato”, pero como Kuczynski se niega y solo responderá por escrito, la que pagará pato será su esposa.

Nosotros vemos aquí hay un tufillo a revancha o venganza que no le hace nada bien a la democracia. Kenji ya pidió que no incendien el Perú y pone como víctima a Nancy Lange. Algo de eso hay.

Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, hasta mañana.

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