Qué tal.

A ver. Mañana necesitamos que Yotún, Trauco, o el mismo  se enfunden mentalmente en el uniforme de y, como en el 28 de abril de 1982, metan un pase en profundidad para Carrillo,  o el mismo Farfán, quienes a su vez tendrán que ponerse en los pies de para fulminar a , como aquella vez en el Parque de los Príncipes.

¿Y por qué no? En ese tiempo los galos tenían al gran Platiní y una retahíla de estrellas, como ahora. Y nosotros al “Poeta de la zurda”, Velásquez, Leguía, entre otros cracks. Y no solo les paramos el macho, sino que les ganamos en su propia cancha con un toque brillante a ras de cancha. El “diamante”  les metió un baile con guitarra y con cajón. Tiganá y Amorós aún deben estar buscando su cintura.

La faena tras perder con Dinamarca será difícil; no obstante, un mundial es para hacer historia, y nadie nos impide ir mañana por ella. A esta selección le gusta caminar al filo de la navaja y tenernos con el corazón en la boca, como ocurrió en las Eliminatorias, pero así la amamos y así la queremos. Y es que amar y querer no es igual. Amar es sufrir y querer es gozar. ¡Vamos, Perú!

Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, hasta mañana.

Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, hasta mañana.