Los jugadores, dirigentes, periodistas y políticos chilenos pidieron al unísono mantener al frente de la selección nacional de fútbol al argentino Marcelo Bielsa, devenido en un ídolo para obreros, mujeres y artistas.
Bielsa pidió prudencia y eludió alargar los compromisos, pese a que le han ofrecido la nacionalidad, construir estadios y aceptar sin remilgos casi todo lo que exija.
Ni las calles propuestas en su honor, ni la intención de los hinchas de convertirlo en presidente y santo lo mueven de su idea.
Tampoco las abiertas loas de la presidenta Michelle Bachelet, su confesa admiradora.
No sería prudente para nadie considerar el futuro sin esperar los resultados del Mundial, respondió diplomático Bielsa ante la posibilidad de renovar contrato más allá de Sudáfrica 2010.
Nunca nadie sale igual (de un Mundial) que como entró, advirtió.