Si César Vallejo pensaba ganar el partido no debió dejar que el penal al final del partido lo dispare Carlos Galván. Un penal cuando estaban 0-0, y a poco de terminar, es como apretar el gatillo y dispararle en la sien al enemigo, pero el experimentado zaguero 'poeta' le perdonó la vida a León de Huánuco, que también tuvo lo suyo y se llevó un punto de Casa Grande.
Eso es lo que realmente pasó con el elenco del 'Chino' Rivera. La casa le quedó grande y no pudo sumar de a tres, como sí lo hizo en Matute ante Alianza Lima.
El partido entre trujillanos y huanuqueños tuvo emociones para ambos cuadros, porque Cedrón, Sotil y Chávez son los jugadores que con su desequilibrio le ponen emoción a los partidos, pero la intermitencia no ayuda, ya que desde Molina hasta Solís hacían una defensa inquebrantable, y Vallejo sufría por no conseguir esa claridad para encontrar el grito de gol, y sufría más cuando Manicero y Fano organizaban la contraofensiva huanuqueña; sin embargo, Libman estaba muy concentrado.
Sobre el fin del partido, el árbitro Renzo Castañeda decidió sancionar penal por una falta de Solís. Reclamaron todos. 'Pepe' Soto enfrentó a los policías, puso nerviosos a todos y Galván, con esa presión, pateó el penal como un novato y falló.