Con la mira puesta en su crucial choque ante Croacia, el próximo miércoles, la Inglaterra del DT italiano Fabio Capello solventó ayer su amistoso ante Eslovenia, casi un trámite para calentar motores, con un 2-1 a su favor gracias a un dudoso penal que convirtió Frank Lampard y un gol del imparable Jermaine Defoe.