La reliquias de Santo Toribio de Mogrovejo
La reliquias de Santo Toribio de Mogrovejo

Han pasado más de 400 años desde que Santo Toribio de Mogrovejo llegó por primera vez al Perú a recorrer los diferentes lugares el norte, sin imaginar que algún día sus restos se quedarían en aquella tierra que quizá no lo vio nacer, pero a la que tanta dedicación le dio.

Toribio Alfonso de Mogrovejo y Robledo nació en Mayorga, Corona de Castilla, el 16 de noviembre de 1538. Luego de recibir la consagración episcopal, fue designado al Perú en el año 1581 y llegó hasta el distrito de Zaña, en el departamento de Lambayeque.

El padre de la iglesia de Zaña, David Farfán Guerrero, nos cuenta que el eclesiástico español desde muy joven se dedicó a luchar por los derechos de los jóvenes. Tal es el caso que llegó a comprar esclavos para albergarlos en los conventos, donde se convirtieron en panaderos o artesanos, con ayuda de los de la orden de los mercedarios y agustinos, quienes ayudaban a predicar en la época.

“Desde que salió de España, vino a vivir con su hermana Grimanesa Mogrovejo, su cuñado y sus dos sobrinos. Desde entonces recorría las ciudades de Lima, Piura, Trujillo, Lambayeque y también viajaba a su país; sin embargo, sus últimos sus días los residió en Zaña, pese a haber sido advertido por los médicos de sus dolencias, donde prefirió morir”, expresa el párroco

El padre David Farfán nos cuenta que pocas personas conocen que en el distrito de afrodescendientes se guarda parte del cuerpo (tibia) de Santo Toribio de Mogrovejo, que se encuentra en un relicario que está guardado en la casa parroquial.

El párroco nos explica que a esta reliquia no se le hace adoración pública, pero se puede solicitar la visita de los feligreses. Además, contó que otras partes del cuerpo del Santo de la Iglesia Católica se encuentran en Trujillo, Lima y en España, adonde en un inicio fueron llevados sus restos.

ORNAMENTOS. El padre de la iglesia de Zaña explica que existen otras piezas importantes que se guardan en la casa parroquial, como una orza (vasija), que tiene más de 600 años, la cual data de la época de Las Cruzadas, se encontró intacta y habría sido traída desde España por Martín Nuñez de Arce.

“Uno de los agricultores de las tierras encontró la orza y la vendió a uno de los hacendados, quien intentó guardarla, pero no podía dormir, así que finalmente tuvo que entregarlo a la casa parroquial”, comenta.

El párroco comenta que dentro de los conventos de Santo Toribio, que actualmente se consideran ruinas arqueológicas, existen catacumbas, las cuales conectan a los conventos con la casa parroquial. En épocas antiguas eran usadas por los mercedarios, agustinos y franciscanos, para salir a los exteriores del pueblo e ir a visitar a los pobladores y poder peregrinar.

MUSEO. El párroco de la iglesia de Zaña dice que esta arquitectura tiene un promedio de 200 años y se está pensando hacer un museo religioso, debido que se ha logrado rescatar diversas imágenes del siglo XVI y XVII.

“Tenemos mucho arte religioso que restaurar, entre ellos La sagrada familia, Santa Ana y San Joaquín que estaba en uno de los templos y lo llevaron a la ciudad del Cusco, pero luego lo devolvieron; se sabe que es de origen europeo, por su estilo holandés”, enfatizó.

Así también, se encontraron las imágenes de San Antonio de Padua, La Virgen con El Niño, San Nicolás de Tolentino, San Juan Eudes, San Francisco de Asís, entre otras imágenes.

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