El arte detrás del Origami.

Aprovechando la celebración del Día Internacional del Origami, que anualmente sé celebra entre el 24 de octubre y el 11 de noviembre les presentamos algunos de los rostros que se dedican al Origami y tratan de masificar un muy antiguo arte con mucho potencial a futuro.
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La decana.
Marta Elvira Silva de Tabata, es una de las decanas del movimiento de origami en el Perú, lleva más de 50 años siendo profesora de origami y es especialista en la vertiente del origami circular con el cual puede hacer incluso piezas para llevar, como este sombrero que hace para sus nietas. Foto / Eduardo Cavero / @photo.gec
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Círculos de felicidad.
La Negrita y Santa Rosa de Lima, son dos obras clásicas cuya autoría recae en Marta. Foto / Eduardo Cavero / @photo.gec
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Desde pequeña.
Megumi Nagayoshi tienes 28 años, 20 de los cuales los ha dedicado alarte de doblar papel. A los 8 años, el destino la cruzó con unos libros de origami y desde ahí nació el amor. Foto / Eduardo Cavero / @photo.gec
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Innovación en el origami.
Últimamente, Megumi ha incursionado en la mezcla de técnica para elevar más su arte. Para ello, ha empezado a intervenir sus obras de origami con técnicas de bordado. Por ejemplo, en esta fotografía, se puede apreciar un pez conocido como “Goldfish”, al cual Megumi le ha bordado las escamas, abriendo un nuevo camino para los aficionados al origami. Foto / Eduardo Cavero / @photo.gec
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Galletita de origami.
Tres tulipanes caben en su dedo índice y sobra espacio. Ana Sofía Casaverde, siempre se sintió atraída por las manualidades, la vida se encargó del resto y es ahora una de las más conocidas origamistas del medio, dándose a conocer por su blog de manulidades “Galletita de Gengibre”. Foto / Eduardo Cavero / @photo.gec
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Van gogh e la palma de la mano.
En los últimos años, Ana Sofía se ha ido especializando en el arte de las miniaturas e, incluso ha comenzado, a mezclar el origami con distintas técnicas. En la fotografía, podemos apreciar un modelo miniatura del famoso pintor, Vincent Van Gogh -hecho de origami- además de otras pinturas también en miniatura, de sus famosas obras. Todo este arte cabe de sobra en la palma de su mano. Foto / Eduardo Cavero / @photo.gec
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Guardando los juguetes.
Una figurita de Batman, un violín, un par de dragones, y una cámara fotográfica, entre otros trabajos se pueden apreciar (con lupa) bien guardados en su diminuto mueble. Foto / Eduardo Cavero / @photo.gec
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Aprendiendo con origami.
Walter Cier, es un profesor de m8atemáticas que también es apasionado por las letras y, obviamente, el origami. Es por ello, además de haber publicado varios cuentos, se dedica a desarrollar un proyecto educativo para incentivar la lectura, llamado “Origami y la lectura”. Pueden enterarse más al respecto en su página de Facebook “Papel Mágico”. Foto / Eduardo Cavero / @photo.gec
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Pavo real.
Además de los talleres de lectura, Walter dicta talleres de origami en diversas instituciones educativas, en donde sus alumnos aprenden a realizar figuras como este pavo real. Foto / Eduardo Cavero / @photo.gec
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Estratega del origami.
David Medina es profesor de matemáticas y es uno de los pilares del movimiento origamista peruano. Miembro fundador de la Asociación Educativa Origami Perú, David lleva más de 15 años transmitiendo sus conocimientos de origami con el fin de desarrollar el pensamiento creativo, las habilidades motoras y la motivación. Aquí, abriendo una partida de ajedrez con piezas, y tablero incluido, hechos enteramente de origami. Foto / Eduardo Cavero / @photo.gec
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Simpleza y ciencia.
La pandemia no ha impedido a David seguir enseñando el origami, más bien ha expandido su rango de acción. Desde el 2020, viene dictando talleres virtuales, dirigido a docentes y estudiantes en diferentes instituciones en Perú y países como: Guatemala, Panamá, Nicaragua, Colombia, Bolivia y EEUU. Nos cuenta que Roberto Romero, origamista radicado en Alemania, es otro baluarte del origami nacional, con quien ha compartido esta pasión. En la fotografía. Foto / Eduardo Cavero / @photo.gec
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Origami a la conquista del espacio.
Sosteniendo una pieza de “teselado” una rama del origami que esta siendo estudiada por la NASA para ser utilizada en la construcción de sus satélites que, una vez en el espacio, el teselado se expande a su tamaño final, varias veces más grande que cuando estaba doblado. Por ejemplo, se podrían desplegar paneles solares para recabar energía. Foto / Eduardo Cavero / @photo.gec
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Lo nuestro.
Un retablo hecho enteramente de origami, en donde se aprecian motivos autóctonos además de personajes y máscaras hechas cada una de origami. No solo la capital tiene sus “rankeados” del origami. Luis Quispe, radicado en Juliaca, es un destacado origamista en el sur de nuestro país. También podemos mencionar a la trujillana Malú Hayayumi o a Paul Edson Ramirez, origamista de Tacna. Foto / Eduardo Cavero / @photo.gec
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Un estilo de vida.
Jorge Cunza, cuenta que el arte del origami lo atrapó desde el primer momento, a la edad de 12 años. Desde entonces se sumergió de lleno ese el mundo del “papel doblado”, comprando libros, participando en talleres y evento de difusión de este arte. Actualmente integra el grupo “Origami Perú”. “El Origami además de ser un arte, es para mí un estilo de vida”, nos cuenta. Foto / Eduardo Cavero / @photo.gec
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Papel para todos los gustos.
Un ángel, un personaje de caricatura como “Angry Birds” y una representación del virus de la COvid-19, hecho con el estilo de origami modular (Kusudama) son solo algunas de las piezas que realiza David en sus talleres. Foto / Eduardo Cavero / @photo.gec
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Paquidermo.
Este tipo de origami se conoce como “Origami figurativo”, esto es, la representación literal de objetos o animales. Se reproduce una figura que existe en el mundo real, en este caso, un elefante que deja boquiabiertos a quienes lo mira, debido a su compleja simplicidad. Foto / Eduardo Cavero / @photo.gec
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Geishas.
Estas fascinantes muñecas de papel que representan a las famosas geishas japonesas y están hechas de varios papeles doblados y unidos para formar las figuras en lo que se llama “Origami Compuesto”. Foto / Eduardo Cavero / @photo.gec
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Fe hecha papel
Una representación de la conocida procesión del Señor de los Milagros, asombrosa composición hecha de origami. La concepción y realización de las obras de origami puede tomar desde algunas horas hasta varios días. Foto / Eduardo Cavero / @photo.gec
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Desafío creativo.
La primera vez que se cruzó con el origami fue a los 6 años, cuando vio maravillado volar por los aires un avión de papel que un compañero había hecho. Ahora, a sus 28 años, es un “erudito del origami” y una de las figuras más prometedoras de la escena nacional. Junto a él se pueden contar a Esteban León, Jhordan Arauzo y Carlos Pomarino. Foto / Eduardo Cavero / @photo.gec
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Desde cero
Mark es un creador de origamis, y su proceso creativo inicia desde cero, con una imagen en su mente. “Primero reviso varias imágenes y luego hago un dibujo de como deseo que quede aunque, a veces, de solo jugar con el papel me han salido algunos modelos”, cuenta. En la fotografía, el Arcángel Gabriel libra una épica batalla con Medusa, dos creaciones de Mark. Foto / Eduardo Cavero / @photo.gec
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Coleccionista.
Esta representación de un Pokemón, el pájaro “Articuno” es también producto de la afición de Mark por las figuras coleccionables. “Como siempre me ha gustado coleccionar figuras, uso el origami para obtener piezas que llamen mi atención”, dice. Foto / Eduardo Cavero / @photo.gec
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El único.
Alex Pizarro es un origamista autodidacta y es uno de los más veteranos y fundadores del movimiento de origami nacional. El es especialista en origami modular (Kusudama) que consiste en usar varias piezas iguales o “módulos” de origami para forma runa forma más grandes, generalmente de forma esférica. Es el único origamista peruano que ha tenido el placer de conocer a Akira Yoshisawa, el “Padre del Origami”, cuando realizó una visita al Perú. Foto / Eduardo Cavero / @photo.gec

El Origami, práctica milenaria originada en Oriente allá por los primeros siglos de nuestra era, siempre asombra a aquellos que la aprecian por primera vez y captura la mente de aquellos que se aventuran más allá del primer asombro, y descubren que algo tan simple como un papel es un mundo de arte y ciencia de maravillosa complejidad. En el Perú, la fiebre del Origami ha captado a entusiastas de todas las edades, ámbitos y orígenes, dando origen a algunas asociaciones y escuelas de esta técnica, que comparten como mandamiento la única regla original del Origami: “Un solo papel, nada de tijeras, nada de pegamento”.

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