Es común que alguien se sienta cansado después de una actividad física intensa, de una jornada laboral, de una noche de mal sueño o durante un periodo de convalecencia.
Ese agotamiento, que ocurre cuando la capacidad de resistencia del cuerpo y de la mente se exceden, es la forma como el cuerpo pide reposo; es más, para eso se hicieron los recesos y las vacaciones.
Pero mientras llegan, puede realizar pequeñas acciones que evitarán que el cansancio se acumule. Un cuerpo sano resiste más; así que aliméntese bien, esto quiere decir que debe comer más proteínas, verduras y frutas, tomar agua y no saltarse nunca las comidas, sobre todo el desayuno.
El sueño es la base de la recuperación física y mental. Si es de los que duerme poco entre semana, pensando en recuperar descanso el fin de semana, perdió el año. Lo recomendado son ocho horas al día, ni más ni menos.