El oído y su limpieza
El oído y su limpieza

Después del baño es un buen momento para realizarse la higiene diaria de esta parte.
El oído tiene una sensibilidad mayor que otros órganos de nuestro cuerpo. Su piel es muy delicada y por eso debemos tener especial cuidado al momento de limpiarlo. De no hacerlo, podemos ocasionar heridas en el interior que pueden afectar momentáneamente nuestra audición.
Sobre el tema, el doctor Manuel Cuadra, jefe de la Especialidad de Otorrinolaringología de la Clínica Internacional, indica que basta con un algodón y un poco de glicerina o un hisopo con aceite de bebé para limpiar sólo la parte externa del canal auditivo, por nada se debe introducir el algodón o el hisopo. 'El cerumen se forma en el oído con el fin de protegerlo de los hongos e incluso de posibles enfermedades, por eso sólo se debe retirar el exceso que pueda almacenarse en la parte externa, mas no en el interior', explica.
En el caso de los bebés y niños, el doctor Cuadra recomienda el uso de hisopos pediátricos o algodones para limpiar la parte externa del oído.
Es importante que se tome conciencia que el cerumen no debe retirarse del todo porque cumple una función protectora y que no se debe introducir ningún cuerpo extraño en el oído para limpiarlo. 'Se tiene la errónea idea que el oído debe quedar sin cerumen y eso es falso', advierte.