Animales: Circo Ringling cierra tras 146 años por lucha de animalistas
Animales: Circo Ringling cierra tras 146 años por lucha de animalistas

El emblemático circo estadounidense Ringling echará el telón para siempre tras 146 años de espectáculo trashumante, derrotado por las bajas ventas y, en especial, por la tenaz oposición de los activistas a favor de los derechos de los animales.

"Tras muchas deliberaciones, mi familia y yo hemos tomado la difícil decisión de que Ringling Bros. y Barnum & Bailey celebren sus últimas actuaciones en mayo de este año", señaló en un comunicado difundido la noche del sábado Kenneth Feld, director general de la compañía Feld Entertainment, propietarios del circo. 


Con la caída de este gigante de las carpas se acentúa el declive en Estados Unidos de los espectáculos que tienen entre sus protagonistas a diversos mamíferos, lo que le ha merecido la incansable oposición de organizaciones animalistas o defensoras de los animales


Publicitado con el lema de ser "El mayor espectáculo del mundo", Ringling ha recorrido desde sus inicios, a mediados del siglo XIX, la geografía estadounidense en una característica caravana en la que cabían trapecistas, acróbatas, enanos y varios mamíferos, teniendo a elefantes y leones como platos fuertes. 


En las últimas décadas, el circo estuvo en la mira de organizaciones defensoras de los animales como Personas a favor del Trato Ético a los Animales (PETA) o la Sociedad Humana de Estados Unidos, con algunos de los cuales mantuvo una larga batalla legal por acusaciones de maltrato que se cerró en 2014 con un acuerdo de más de 25 millones de dólares a favor de la compañía.
"Después de 36 años de protestas por parte de PETA, las cuales han mostrado al mundo la difícil situación que viven los animales en cautiverio, PETA elogia el final de lo que ha sido el espectáculo más triste de la Tierra para los animales silvestres", dijo en un comunicado Ingrid Newkirk, presidenta de este grupo. 


Newkirk agregó que la noticia del cierre, dada a conocer tras los shows que la compañía ofreció en Miami y Orlando, en Florida, constituye "una señal de que los tiempos están cambiando" e invitó a los demás circos con animales a que sigan el ejemplo. 


"Ya no es aceptable cargar animales salvajes de ciudad en ciudad y hacer que realicen acrobacias tontas y aún coercitivas", señaló en esa línea Wayne Pacelle, presidente de la Sociedad Humana de Estados Unidos, quien aplaudió a Feld Entertaiment por tomar esta decisión "agridulce" y abandonar una institución sostenida en actos "inherentemente inhumanos". 


Surgida tras la fusión del colorido espectáculo con exóticos animales que regentaba el empresario Phineas Taylor Barnum desde 1841 y del show de vodevil y malabarismo que desarrollaron en Wisconsin los cinco hermanos Ringling a partir de 1884, el circo Ringling se erigió como uno de los espectáculos más admirados de su época. 


Eran años en que la exhibición en vivo de un animal salvaje, visible solo en dibujos o fotografías, causaba admiración en ciudades y pequeños poblados, así como reminiscencias de lo que podrían ser parajes exóticos de África o Asia. 


Años en los que no existía la televisión, mucho menos internet, y en donde la conciencia ambiental, con su vigoroso apartado dedicado a la conservación de los animales, no gozaba de la misma potencia que se refleja en la actualidad. 


Bien entrado el siglo XX, los circos compitieron con películas y videojuegos, y además empezaron a abandonar las carpas para mudarse a coliseos, a lo que se sumó la entrada en escena de las organizaciones que cuestionaban el uso de animales en espectáculos. 


La campaña que enfrentó SeaWorld, en especial tras el documental "Blackfish" (2013), que denunció las condiciones de vida de las orcas en estos parques temáticos acuáticos, sin duda fue un importante pico en la campaña de estos activistas, y que culminó con el anuncio de la empresa en 2016 de no realizar más presentaciones con estos animales. 


No ajena a estos cambios, reflejado en una reducción de la venta de boletos, ese mismo año los propietarios del circo de los hermanos Ringling, cuyos cuarteles generales están en Florida, anunciaron que los elefantes ya no actuarían más en sus espectáculos y serían trasladados a su centro para la conservación de estos paquidermos, en donde mantienen a 40 ejemplares.
La ausencia de estos mamíferos afectó la venta de entradas de este espectáculo, que da empleo a unas 500 personas, e hizo que "el circo sea un negocio insostenible para nuestra compañía", como lo manifestó el director de Feld Entertaiment en el comunicado. 


Esta compañía se hizo propietaria del circo en 1967, y en la actualidad cuenta con otras vetas comerciales en el mercado del entretenimiento en vivo, como son los espectáculos Monster Jam, Disney on Ice y Marvel Live, todos ellos sin presencia de animales. 


Resta por saber que ocurrirá con el resto de los ejemplares que posee el circo a partir de mayo, cuando las dos giras que mantiene ofrezcan sus dos últimas presentaciones en Rhode Island y Nueva York, y con ello, la caravana de los hermanos Ringling haga mutis del escenario.

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