Arabia Saudí viola derechos humanos y el mundo se queda mudo, alerta la FIDH
Arabia Saudí viola derechos humanos y el mundo se queda mudo, alerta la FIDH

La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) denunció hoy la "creciente represión contra los disidentes políticos" en Arabia Saudí y "el número de prisioneros del Ministerio (saudí) del Interior", así como el "aumento alarmante" de las ejecuciones en este país desde 2013.

En un comunicado, la FIDH destacó la ejecución cometida en el reino saudí el pasado 2 de enero contra 47 personas, entre ellas el clérigo chií opositor Nimr Baqir al Nimr, lo que desencadenó una nueva situación de tensión entre Arabia Saudí e Irán, de confesión mayoritaria chií.

Según la federación, los 47 ejecutados fueron juzgados en un proceso que no respetó el derecho a defenderse y durante el que se denunciaron casos de tortura.

"Este fue el mayor número de ejecuciones en Arabia Saudí desde 1980", señaló la organización, que añadió que en 2015, 158 prisioneros fueron ejecutados en Arabia Saudí, "un 68 por ciento más que el año anterior".

Además, la FIDH acusó al ministerio saudí del Interior de llevar a cabo, en nombre de la lucha antiterrorista, "una represión sin precedentes contra manifestantes, defensores de derechos humanos, opositores políticos y la minoría chií".

Desde el inicio de la denominada Primavera Árabe, los opositores son acusados de "desobediencia al rey, incitación a la sedición, insultar a las autoridades judiciales o religiosas, intentos de derrocar al Gobierno o creación de organización no autorizada", añadió la FIDH.

Además, agregó que los acusados son enviados sistemáticamente al Tribunal Criminal Especializado, una corte "antiterrorista" que el Gobierno estableció en 2008 y que "es conocida por haber condenado a decenas de defensores de derechos humanos".

La federación denunció que este fue el proceso utilizado para la ejecución de Al Nimr o en el caso del activista Raif Badawi, el ganador del premio Sájarov 2015, que fue condenado a diez años de cárcel y a mil latigazos, de los que ya ha recibido cincuenta.

"La comunidad internacional ha permanecido extraordinariamente tímida condenando estas graves violaciones de derechos humanos cometidas por las autoridades saudíes o ejerciendo cualquier tipo de presión", denunció la FIDH.

Asimismo, señaló que las consecuencias de la actuación del Gobierno saudí son "especialmente peligrosas" debido a su "creciente participación en los conflictos armados y sectarios que encienden Oriente Medio y el apoyo incondicional que los países de Occidente dan al régimen saudí como parte de la guerra contra el terrorismo".

"Apoyar a regímenes árabes no democráticos que se burlan del derecho internacional no contribuirá a la lucha contra el terrorismo", espetó la federación.

La FIDH instó también a todos los países a detener inmediatamente la venta de armas y equipamiento militar a Arabia Saudí, y a no retomarla hasta que se realice una investigación independiente e internacional sobre los métodos utilizados por las operaciones militares saudíes, en particular, los bombardeos en el Yemen.