Comerciantes de Gaza pierden sus permisos para entrar a Israel
Comerciantes de Gaza pierden sus permisos para entrar a Israel

Durante la última semana, Aamer Ajour, vendedor de coches usados de Gaza, ha tratado sin éxito de cruzar el puesto fronterizo de Erez con el permiso que ha usado durante años, pero Israel le ha denegado la entrada, al igual que a cientos de otros comerciantes.
Las autoridades militares israelíes han informado a este palestino de 42 años de que tiene prohibido entrar en Israel, pese a haberlo estado haciendo durante dos décadas, aseguró a Efe.
"He tenido permiso israelí para cruzar desde 1996 y lo utilizaba todo el tiempo para ir a comprar coches usados europeos e israelíes y traerlos a Gaza. Pero la pasada semana se negaron a dejarme pasar y no me quisieron decir por qué, al igual que a otros 1.500 empresarios", lamenta Ajour, sentado en una silla de su cada vez más vacío negocio en Gaza capital.
La negativa a cruzar la frontera llevó ayer a decenas de comerciantes a manifestarse frente al puesto de control militar israelí para protestar contra lo que consideran una "revocación arbitraria" de sus permisos y exigir que les permitan entrar en Israel para mantener sus medios de vida.
"La revocación del permiso tiene un efecto negativo no solo en mi vida diaria, sino también en la situación económica de la Franja de Gaza", señala Ajour, quien afirma: "No he cometido ningún crimen contra la seguridad israelí".
Walid Al Husari, el presidente de la Cámara de Comercio de Gaza, explicó a Efe que desde comienzos de año Israel ha anulado los permisos de unos 3.000 comerciantes, lo que a su entender "contradice el anuncio israelí de que iba a mejorar la situación humanitaria en Gaza".
Según cuenta, son cientos los empresarios de la Franja que tienen permiso para cruzar a Israel a negociar y firmar contratos para la importación de los productos que pueden entrar en el enclave palestino.
"El lunes hicimos una manifestación contra las nueva política israelí que pretende reforzar más el bloqueo a Gaza y presionar a los mercaderes y empresarios y convertirles en desempleados sin motivo", se quejó.
La suspensión de permisos tiene lugar después de denunciar las autoridades militares una cadena de intentos de contrabando hacia Gaza camuflados entre productos comerciales.
El último de ellos tuvo lugar la pasada semana, cuando se detectaron dos cajas de puñales con hojas de 30 centímetros de longitud ocultos en un envío de herramientas y de grafito.
Hace un mes, el Ministerio de Defensa israelí comunicó que se habían descubierto "cientos de intentos de contrabando" a través del servicio postal, que trataban de introducir en Gaza, entre otros, cámaras de seguridad, 14 drones, binoculares, láser para armas, equipos de comunicaciones, pistolas eléctricas, componentes de armas, cámaras GoPro, sistemas de comunicación por satélite, antenas WiFi, sensores y routers.
Al Husari, sin embargo, argumenta que Israel "siempre tiene sus propias excusas" y defiende que los comerciantes introducen en la Franja "comida, ropa, zapatos, coches" y otros bienes de primera necesidad para 1,9 millones de personas que viven bajo un estricto bloqueo israelí desde que el movimiento islamista Hamás tomó el control del territorio en 2007.
Preguntada por Efe, la Oficina de Coordinación de Actividades del Gobierno en los Territorios (COGAT, un organismo militar que se encarga de gestionar la ocupación), señaló que "la política civil hacia la Franja de Gaza no ha cambiado", aunque admitió que "en estos momentos hay 1.600 permisos para comerciantes válidos, frente a los 2.800 permisos estacionales que había en 2015".
Respecto a una posible cancelación masiva de permisos, ese organismo remite a la oficina del Shin Bet, el organismo de inteligencia interior israelí, que no contestó a Efe antes de la publicación de esta nota.