Congreso de Rusia sale en defensa de los homosexuales y los protege
Congreso de Rusia sale en defensa de los homosexuales y los protege

Los comités parlamentarios del Legislativo ruso rechazaron el polémico proyecto de ley del Partido Comunista que proponía castigar con multas e incluso arrestos de hasta quince días la exhibición de la homosexualidad en público.
Los comités de Legislación Constitucional de la Duma (cámara baja) y del Senado recomendaron a los diputados votar en contra del proyecto cuyo autor, el comunista Iván Nikitchuk, calificó la homosexualidad como "una enfermedad contagiosa comparable con la drogodependencia y el alcoholismo".
"Su expansión amenaza a toda la sociedad con la extinción", dijo Nikitchuk durante la reunión del comité de la Duma, al que llegó con una carpeta llena de peticiones firmadas por los votantes comunistas favorables a castigar con dureza la propaganda de la homosexualidad en Rusia.
Allí donde "la homosexualidad se propaga con ayuda de la propaganda le sigue la pedofilia, pese a todos los intentos de los homosexuales por ocultarlo", señala la propuesta comunista.
"Estamos en Rusia y aquí tenemos algo de vergüenza. Es nauseabundo ver a todos esos hombres barbudos que se abrazan", ha dicho Nikitchuk a medios rusos.
El proyecto de ley contempla multas de hasta 5.000 rublos (63 dólares) por manifestar "una orientación sexual no tradicional en lugares públicos" y arrestos de hasta quince días para los ciudadanos que lo hagan en centros educativos.
Nikitchik y el coautor del proyecto, el también diputado comunista Nikolai Aréfiev, recuerdan que en la Unión Soviética la sodomía se castigaba con largas penas de prisión y señalan que su propuesta es mucho menos radical.
Rusia prohibió en 2013 la propaganda de la homosexualidad entre los menores de edad, una ley que las minorías consideran una flagrante violación de su libertad de expresión.
Según una reciente encuesta, un 37 % de los rusos cree que la homosexualidad es una enfermedad que se debe curar.
El artículo 121 del Código Penal de Rusia, que sancionaba con penas de cárcel las prácticas homosexuales, no fue abolido hasta 1993, año en que también se dejó de considerar la homosexualidad como una enfermedad mental.

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