Ante las cifras de afectados en continuo aumento, los gobiernos y sistemas de salud de todo el mundo buscan recursos para atender de la mejor manera la crisis generada por la pandemia del . En ese contexto, los médicos están trabajando bajo una gran presión, en muchos casos arriesgando sus vidas.

En el caso de , donde la cifra de muertes por la enfermedad superó las 4.000 este fin de semana y los hospitales intentan conseguir más camas para los enfermos más graves.

Ante ese panorama, una médico aceptó contarle a la BBC cómo está afrontando la emergencia el personal de un hospital del centro del país, perteneciente al sistema de salud público.

La doctora Roberts describe que el centro de salud en el que trabaja está en el borde del colapso. La Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) está llena de pacientes infectados por el COVID-19.

Pero tal vez lo más grave del relato de la doctora Roberts es que los médicos y enfermeros que atienden a los pacientes más graves en turnos de hasta 13 horas deben utilizar bolsas para residuos hospitalarios, delantales de plástico desechables y lentes de esquiar como protección.

Mientras que a las personas se les exige una distancia social de por lo menos dos metros, los médicos examinan a los más enfermos a unos 20 cms de sus rostros sin el resguardo adecuado.

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