Cuadro robado por nazis a una galería judía regresa a sus herederos

Una pintura arrebatada hace 80 años por el régimen nazi a una galería judía de Dusseldorf (Alemania) regresó hoy a los herederos de la familia, tras ser recuperada en 2015 por las autoridades estadounidenses.
El cuadro, un retrato del siglo XVII obra del maestro holandés Jan Franse Verzijl, fue entregado a sus dueños por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) en una ceremonia celebrada en el Museo de la Herencia Judía de Nueva York.
La pintura era parte de la colección de la galería Stern de Dusseldorf, forzada en 1936 por el nazismo a liquidar todos sus fondos por la ascendencia judía de su propietario, Max Stern, que escapó de Alemania.
Dadas las circunstancias, el cuadro era considerado una propiedad robada bajo la legislación de Estados Unidos, donde fue recuperado en 2015 cuando iba a ser vendido en una feria de arte.
La pintura estaba en manos de una galería italiana, que informada por el FBI del origen robado de la obra, la entregó de forma voluntaria, según informó la agencia policial en un comunicado.
Max Stern falleció en 1987, por lo que el retrato quedará ahora en manos de la Fundación Max e Iris Stern, con sede en Montreal (Canadá).

Una pintura arrebatada hace 80 años por el régimen nazi a una galería judía de Dusseldorf (Alemania) regresó hoy a los herederos de la familia, tras ser recuperada en 2015 por las autoridades estadounidenses.
El cuadro, un retrato del siglo XVII obra del maestro holandés Jan Franse Verzijl, fue entregado a sus dueños por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) en una ceremonia celebrada en el Museo de la Herencia Judía de Nueva York.
La pintura era parte de la colección de la galería Stern de Dusseldorf, forzada en 1936 por el nazismo a liquidar todos sus fondos por la ascendencia judía de su propietario, Max Stern, que escapó de Alemania.
Dadas las circunstancias, el cuadro era considerado una propiedad robada bajo la legislación de Estados Unidos, donde fue recuperado en 2015 cuando iba a ser vendido en una feria de arte.
La pintura estaba en manos de una galería italiana, que informada por el FBI del origen robado de la obra, la entregó de forma voluntaria, según informó la agencia policial en un comunicado.
Max Stern falleció en 1987, por lo que el retrato quedará ahora en manos de la Fundación Max e Iris Stern, con sede en Montreal (Canadá).