Diputada británica retoma el bisturí contra el cáncer para curar a palestinas
Diputada británica retoma el bisturí contra el cáncer para curar a palestinas

Gaza. AFPLos diputados británicos suelen aprovechar las vacaciones parlamentarias para ponerse al día con el papeleo administrativo, pero Philippa Whitford prefirió recorrer más de 3.000 km para operar a mujeres con cáncer de seno en los Territorios Palestinos.
Antes de entrar en el Parlamento en 2015, Whitford era especialista en cáncer de seno y como tal operó la semana pasada a cuatro mujeres en la Cisjordania ocupada.
Una de las pacientes padecía un cáncer en una "fase muy avanzada", declara esta cirujana de 57 años, que cree que la operación fue un éxito.
Luego se fue a la Franja de Gaza para asesorar a los hospitales de este territorio separado geográficamente de Cisjordania por Israel.
Como miembro del Partido Nacional Escocés (SNP, izquierda) Philippa Whitford dice sentirse obligada a ofrecer su ayuda para paliar las lagunas en la lucha contra el cáncer en los Territorios Palestinos, faltos de recursos y organización y bajo fuertes restricciones israelíes.
El conflicto entre Israel y el movimiento islamista Hamas, al mando en Gaza, perjudica mucho a la medicina. Ya van tres guerras desde 2008 en este territorio donde la población vive hacinada. En nombre de la seguridad, Israel le impone un estricto bloqueo desde 2006.

- Penuria -
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En Gaza, el cáncer de seno mata a más mujeres que cualquier otro, informó en 2011 un documento de la Harvard Medical School.
El índice de recaída es dos veces superior al del Reino Unido, asegura Philippa Whitford. Los cirujanos gazatíes tienen tendencia a extirpar el seno afectado, por falta de formación o de equipamiento, en casos en los que en otros países se haría una ablación parcial, explica.
Las penurias de medicamentos son frecuentes y el acceso a la radioterapia, limitado.
Israel presume de acoger a palestinos de Gaza o Cisjordania en sus hospitales por motivos humanitarios. Más de 120.000 palestinos, principalmente de Cisjordania, entraron en Israel en 2015 para cuidados médicos, según las autoridades israelíes.
Los palestinos lo matizan. Se quejan de la dificultad de obtener autorizaciones, del carácter aleatorio de la apertura de la frontera y del coste financiero que no todos pueden sufragar.
En cuanto a material y medicinas, "nunca hay garantías de hacer entrar algo en Gaza. Nunca se puede decir: 'Vamos a entregar tal producto todos los meses y lo almacenaremos en el hospital'. Por eso siempre falta de todo", lamenta Whitford.

- Vuelta a los orígenes -
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Desde 2009 Israel no ha autorizado la entrada en Gaza a ninguna delegación de diputados británicos. Philippa Whitford esquivó el obstáculo pidiendo un permiso como médica.
Ya trabajó como cirujana en Gaza durante 18 meses al comienzo de la década de 1990 con la organización británica Medical Aid for the Palestinians.
En aquel entonces, el cáncer de seno mataba en silencio porque era tabú en esta sociedad conservadora. "Cuando llegué en 1991, los médicos me decían que aquí no había cáncer de seno", recuerda.
"Cuando la gente vio que había una mujer cirujana, comenzó a venir a verme -dice- y me di cuenta de que había muchos cánceres de seno".
Su partido, el SNP, reprocha al gobierno británico su falta de firmeza con Israel y la continuación de la colonización en Cisjordania, considerada ilegal por la comunidad internacional.
La Cisjordania ocupada "está gangrenada" por las colonias, afirma Philippa Whitford. "Cada vez que vuelvo, las colonias son más grandes y están más cerca de las ciudades palestinas".
"Hay que decir: 'No queremos tener nada que ver con las colonias, rechazamos que las compañías británicas negocien con las colonias'", proclama.