Escepticismo en Irán sobre beneficios por el fin de las sanciones
Escepticismo en Irán sobre beneficios por el fin de las sanciones

El levantamiento de las sanciones financieras y económicas internacionales impuestas desde hace años a Irán debería relanzar la maltrecha economía del país, pero comerciantes y consumidos se muestran escépticos sobre los beneficios que obtendrán a corto plazo.

El sábado se escenificó en Viena la entrada en vigor del acuerdo concluido en julio entre Teherán y las grandes potencias, que supondrá el fin del ostracismo internacional de la República Islámica.

Las sanciones, adoptadas en 1979 por Estados Unidos, en 2006 por la ONU y en 2007 por la Unión Europea, tuvieron repercusiones considerables en la economía iraní y redujeron fuertemente el nivel adquisitivo de los consumidores.

La inflación anual ha caído al 13% desde la llegada al poder del presidente Rohani en 2013, pero antes de esa fecha, había llegado alcanzar el 40%. A pesar de la mejora, la economía iraní sigue en recesión, con un crecimiento cercano del 0%.

Además, numerosos comercios y fábricas han echado el cierre en los últimos meses, según los medios, y se han producido varios movimientos de protesta por los salarios entre los trabajadores.

Por ello, aunque en teoría la economía iraní tendría todo que ganar con el fin de las sanciones, tal y como predica desde hace dos años Rohani, no todos se muestran tan optimistas.

Para Mohamad Ehsani, un comerciante del bazar de Teherán, la apertura de la economía iraní es ante todo sinónimo de desastre. "Los negocios empeorarán", afirma categórico.

"Llevará años y numerosas compañías locales quebrarán en el periodo de transición", lamenta, diciéndose asfixiado por impuestos anuales de 7.000 dólares (6.400 euros).

Mitra Kazerouni, una mujer de 37 años, tampoco cree que las cosas vayan a cambiar en un futuro inmediato. "Las sanciones han afectado a la gente, pero su levantamiento no va a cambiar las cosas. Hasta ahora nadie ha visto bajar los precios", asegura.

El regreso de Irán al seno del sistema bancario internacional SWIFT también debería conllevar un aumento de la liquidez.

Pero este argumento tampoco convence a Ehsan Ahmadi, otro comerciante del Bazar. "No tiene ningún significado para nosotros. Es el pueblo el que sufre [la subida de] los precios, que jamás volverán al punto en el que estaban antes", asevera.

Aunque entre los comerciantes no todos ven el futuro tan negro.

Para Faranak Asgari, responsable de la compañía turística ToIran.com, el fin de las sanciones supondrá el regreso del turismo extranjero. "Es lo mejor que le ha pasado a Irán en 37 años", se entusiasma, aludiendo a la revolución islámica de 1979.

En noviembre, el gobierno presentó medio centenar de proyectos ligados a los hidrocarburos e invitó a las compañías petroleras y gasistas extranjeras a invertir 25.000 millones de dólares (23 millones de euros).

Otros sectores podrían seguir los pasos del sector energético proponiendo ofertas similares, como la aviación o el turismo.

Y aunque no todo está ganado -Irán deba enfrentarse a la bajada vertiginosa del precio del barril de petróleo-, entre los expertos se aprecia un espíritu positivo.

Para el economista Saaed Laylaz, el acuerdo nuclear sienta las bases necesarias para reformar una economía gangrenada por el nepotismo de las élites. "Soy relativamente optimista", asegura. 

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