El presidente boliviano Evo Morales pidió este sábado a sus simpatizantes prepararse para una próxima guerra política en las redes sociales, a casi seis semanas de perder un referendo para su reelección para un cuarto mandato que él atribuyó a la influencia de Internet.
"Nos estamos preparando, vamos a usar redes sociales para derrotar a la derecha nacional y a la derecha internacional, somos capaces de usar mejor que ellos, es la otra responsabilidad", afirmó el gobernante durante una reunión de organizaciones sociales y sindicatos oficialistas en la región de Cochabamba (centro).
El mandatario izquierdista, en el poder desde 2006, perdió un referendo el pasado 21 de febrero, cuando buscó habilitarse para un cuarto mandato consecutivo para el período 2020-2025 y el oficialismo, a coro, culpó al trabajo de los opositores en las redes sociales.
Principalmente en Facebook y Twitter se divulgó con avidez el escándalo que reventó días antes de la consulta popular, cuando un periodista local divulgó la relación del gobernante con Gabriela Zapata, en ese momento una alta ejecutiva de una empresa china. Además, ambos tuvieron una relación en 2007 y luego procrearon un hijo.
El incidente golpeó con fuerza la imagen del presidente, pues él reconoció la relación y aseguró que el pequeño falleció, pero luego los familiares de la mujer aseguraron que vive, aunque hasta ahora el infante no fue mostrado.
Morales reconoció en el evento este sábado que "no habíamos estado preparados para el 21 de febrero: enfrentar a algunos medios (de comunicación) y especialmente redes sociales, (los opositores) usaron muy bien las redes sociales".
El gobernante señaló días atrás que ese referendo fue "el primer tiempo" y pidió a sus militantes prepararse para un "segundo tiempo" que la oposición interpretó en un nuevo interés del jefe de Estado de volver a intentar una nueva postulación.
La derecha boliviana carece de líderes visibles y de peso para enfrentar a Morales en una contienda electoral. Las caras claras son el empresario y excandidato Samuel Doria Medina y el gobernador de la rica región de Santa Cruz (este), Rubén Costas, aunque lejos del gobernante.