Israel y Arabia Saudí, socios de EE.UU., se unen contra Irán
Israel y Arabia Saudí, socios de EE.UU., se unen contra Irán

Los recientes contactos entre Israel y Arabia Saudí se asientan sobre una sensación compartida de amenaza por el programa nuclear de Irán, pero es difícil que evolucionen a una relación estable mientras el primer ministro Benjamín Netanyahu no acepte el plan de paz saudí de 2002.
"¿Y qué si se han reunido? ¿Significa algo eso? No será ni la primera vez en la historia, ni la última, que dos enemigos colaboran frente a una amenaza común", dijo a Efe Dan Schueftan, director del Centro de Estudios de Seguridad Nacional de la Universidad de Haifa, al restar importancia a estos contactos.
Experto en temas seguridad nacional y regional, Schueftan recordó que, antes incluso de que la fundación del Estado de Israel, en 1948, los dirigentes sionistas mantuvieron estrechos contactos con el rey Abdalá de Jordania (abuelo del actual monarca, Abdalá II), lo cual "ni impidió la guerra ni acercó la paz".
Mencionó también el caso de EEUU con Alemania inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial (1939-45), cuando utilizó a antiguos nazis "descontaminados" políticamente para ayudar a frenar a la Unión Soviética que había comenzado a imponer el régimen comunista en Europa Oriental.
"Toda la historia del mundo es así, se crean intereses comunes que permiten a partes que antes eran rivales o que estaban en guerra trabajar juntos frente a enemigos comunes que no existían antes", explicó el académico en una entrevista con Efe durante la Conferencia de Herzlíya, foro de debate internacional que se celebra en esa ciudad al norte de Tel Aviv desde el domingo.
Las relaciones de seguridad entre Arabia Saudí e Israel son un secreto a voces en la última década, y hace varios años incluso se llegó a publicar en prensa especializada que Riad habría aceptado hacer la vista gorda al paso de aviones israelíes por su territorio para que pudieran alcanzar las instalaciones nucleares de Irán.
Una información que nunca fue confirmada, como tampoco los contactos que ambas partes han mantenido, hasta el jueves pasado.
Ese día las dos partes evidenciaron su postura durante una reunión del Consejo de Relaciones Exteriores en Washington en la que comparecieron conjuntamente el designado jefe del Ministerio israelí de Exteriores y asesor de Netanyahu, Dore Gold, con el general saudí retirado Anwar Majed Eshki, exasesor del príncipe Bandar Bin Sultan y exembajador en la capital estadounidense.
Solo en 2014 y 2015 representantes de ambos países se han entrevistado en al menos cinco ocasiones, según el medio estadounidense Bloomberg, que situó los encuentros en India, Italia y la República Checa.
Una alta fuente israelí de seguridad confirmó recientemente a Efe la existencia de este diálogo sin entrar en los detalles.
"La expansión de Irán por la región, su programa nuclear y el surgimiento de organizaciones yihadistas han dado un vuelco a las alianzas tradicionales de un Oriente Medio en el que las fronteras se han diluido", se limitó a decir.
Las relaciones entre ambos países han sido objeto también de mención en el foro de Herzliya, en el que el expresidente israelí Simón Peres dio a entender que este tipo de contactos existen pero que la normalización entre ambos países sigue pasando por la aceptación del Plan Saudí de paz.
Esbozado en 2002 por Riad y refrendado por la Liga Árabe como solución al conflicto palestino-israelí, el plan propone el reconocimiento de Israel por parte de los 22 países árabes a cambio de su retirada a las fronteras de 1967, el reconocimiento del derecho del retorno de los refugiados palestinos y la creación de un Estado palestino.
"No he oído en nuestro lado que alguien haya aceptado la iniciativa saudí", dijo Peres con humor al defender un enfoque regional a ese y otros problemas de la región.
Un enfoque que data de principios de la década de los noventa del siglo XX, cuando el proceso de paz de Oslo abrió los primeros contactos entre Israel y varios de los países del golfo Pérsico, algunos de los cuales llegaron a albergar misiones israelíes y alguna que otra hasta con personal de los servicios de inteligencia.
Rotas esas relaciones durante la Segunda Intifada palestina (2000-2005), en la última década se han reconstruido algunos puentes a raíz del programa nuclear de Irán, que Israel y los países árabes musulmanes suníes de la región ven como una amenaza.
"Israel tiene un interés común con otros países anti-iraníes, con elementos que, con razón, temen la expansión de la hegemonía iraní", explica en ese sentido Schueftan, para quien "con Arabia Saudí tenemos casi los mismos intereses".
"No sólo vis-a-vis Irán, sino también en otros lados, por ejemplo en la sensación de completa impotencia frente a la administración de (el presidente de EEUU, Barack) Obama, en la sensación de que Arabia Saudí e Israel no pueden confiar en él", señala.
Schueftan, uno de los académicos israelíes más pesimistas sobre la posibilidad de una paz con los palestinos ("no hay ninguna posibilidad ahora ni en un horizonte visible"), se muestra sin embargo prudente sobre el alcance de esta relación porque, por el momento, "ni se conoce su profundidad, ni Israel puede aceptar el plan Saudí".

TAGS RELACIONADOS