Miguel Hernández, símbolo de tolerancia, recordado a 75 años de su muerte
Miguel Hernández, símbolo de tolerancia, recordado a 75 años de su muerte

El "poeta universal" Miguel Hernández, un símbolo "de la tolerancia, de la paz" y de unos valores que "son absolutamente presentes", fue recordado hoy en su localidad natal Orihuela (este) y en Madrid, con la presentación de una antología cuando se cumplen 75 años de su muerte preso por la dictadura española de Francisco Franco.
El presidente del gobierno regional de Valencia, Ximo Puig, visitó hoy algunos de los lugares que marcaron la vida de Miguel Hernández (Orihuela, Alicante, 1910-Alicante, 1942), un "símbolo de la lucha contra la desigualdad, de la tolerancia, la paz y de los valores cívicos más vigentes que nunca".
El gobierno regional valenciano ha elegido el día en que murió Hernández, un 28 de marzo de hace justo 75 años, para recordar cada año a las víctimas de la Guerra Civil española y del régimen franquista.
Puig celebró la efeméride con una completa agenda en torno a la vida del poeta, que comenzó en Orihuela, para trasladarse a la ciudad de Alicante (este) en cuyo reformatorio de adultos murió Hernández, para depositar una corona de laurel.
En el camposanto, primero visitó el antiguo nicho que albergó los restos mortales hasta 1984, el número 1.009, y posteriormente la actual tumba de Miguel Hernández, donde se escucharon los versos de "Viento del pueblo" (1937). "Miguel Hernández merece todo el reconocimiento y más difusión porque es el símbolo de unos valores que hoy son absolutamente presentes y que queremos implementar en la acción de gobierno", enfatizó.
Puig también asistió a la clausura de un acto sobre el "injusto" juicio que llevó al poeta a su encarcelamiento y posterior muerte por enfermedad, que se desarrolló en la Universidad de Alicante con el título de "El proceso judicial a Miguel Hernández: la memoria delante de la Justicia".
Allí, ha señalado que "todo lo que se haga por Miguel Hernández es poco", ya que se trata de "un poeta universal que en poco tiempo hizo tanta poesía e influyó tanto".
Para Puig, durante el proceso penal al poeta se produjeron "una serie de fatalidades e insuficiencias jurídicas" que, incluso 75 años después y en plena democracia, no se han sabido superar plenamente.
De esta forma, se refirió a la fallida pretensión de la familia del poeta de que un tribunal invalidara la condena, que fue primero a muerte y después fue conmutada a 20 años, por el simple delito de "tener unas ideas y defenderlas".
Hernández también fue recordado hoy en Madrid con la presentación de la antología "Tenemos que hablar de muchas cosas" (Espasa) en la que diez poetas contemporáneos, con diferentes voces y tendencias, han elegido poemas del conocido como "poeta del pueblo".
Cuatro de esos diez poetas -Escandar Algeet, Victoria Ash, Iago de la Campo y Carlos Salem- leyeron hoy fragmentos de esa antología a un grupo de 300 estudiantes para acercar al autor de "Las nanas de la cebolla" a los lectores más jóvenes.
En el acto también participó el ministro español de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, quien recitó de memoria "Tengo estos huesos hechos a las penas".
El ministro destacó, además, lo acertado del título del libro que ahora edita Espasa, editorial con la que colaboró el poeta de Orihuela.
"No es un título casual. Son -recordó- los dos últimos versos de la que es, probablemente, la más bonita, la más hermosa elegía en lengua castellana, que Miguel Hernández compuso cuando murió su amigo Ramón Sijé".

El "poeta universal" Miguel Hernández, un símbolo "de la tolerancia, de la paz" y de unos valores que "son absolutamente presentes", fue recordado hoy en su localidad natal Orihuela (este) y en Madrid, con la presentación de una antología cuando se cumplen 75 años de su muerte preso por la dictadura española de Francisco Franco.
El presidente del gobierno regional de Valencia, Ximo Puig, visitó hoy algunos de los lugares que marcaron la vida de Miguel Hernández (Orihuela, Alicante, 1910-Alicante, 1942), un "símbolo de la lucha contra la desigualdad, de la tolerancia, la paz y de los valores cívicos más vigentes que nunca".
El gobierno regional valenciano ha elegido el día en que murió Hernández, un 28 de marzo de hace justo 75 años, para recordar cada año a las víctimas de la Guerra Civil española y del régimen franquista.
Puig celebró la efeméride con una completa agenda en torno a la vida del poeta, que comenzó en Orihuela, para trasladarse a la ciudad de Alicante (este) en cuyo reformatorio de adultos murió Hernández, para depositar una corona de laurel.
En el camposanto, primero visitó el antiguo nicho que albergó los restos mortales hasta 1984, el número 1.009, y posteriormente la actual tumba de Miguel Hernández, donde se escucharon los versos de "Viento del pueblo" (1937). "Miguel Hernández merece todo el reconocimiento y más difusión porque es el símbolo de unos valores que hoy son absolutamente presentes y que queremos implementar en la acción de gobierno", enfatizó.
Puig también asistió a la clausura de un acto sobre el "injusto" juicio que llevó al poeta a su encarcelamiento y posterior muerte por enfermedad, que se desarrolló en la Universidad de Alicante con el título de "El proceso judicial a Miguel Hernández: la memoria delante de la Justicia".
Allí, ha señalado que "todo lo que se haga por Miguel Hernández es poco", ya que se trata de "un poeta universal que en poco tiempo hizo tanta poesía e influyó tanto".
Para Puig, durante el proceso penal al poeta se produjeron "una serie de fatalidades e insuficiencias jurídicas" que, incluso 75 años después y en plena democracia, no se han sabido superar plenamente.
De esta forma, se refirió a la fallida pretensión de la familia del poeta de que un tribunal invalidara la condena, que fue primero a muerte y después fue conmutada a 20 años, por el simple delito de "tener unas ideas y defenderlas".
Hernández también fue recordado hoy en Madrid con la presentación de la antología "Tenemos que hablar de muchas cosas" (Espasa) en la que diez poetas contemporáneos, con diferentes voces y tendencias, han elegido poemas del conocido como "poeta del pueblo".
Cuatro de esos diez poetas -Escandar Algeet, Victoria Ash, Iago de la Campo y Carlos Salem- leyeron hoy fragmentos de esa antología a un grupo de 300 estudiantes para acercar al autor de "Las nanas de la cebolla" a los lectores más jóvenes.
En el acto también participó el ministro español de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, quien recitó de memoria "Tengo estos huesos hechos a las penas".
El ministro destacó, además, lo acertado del título del libro que ahora edita Espasa, editorial con la que colaboró el poeta de Orihuela.
"No es un título casual. Son -recordó- los dos últimos versos de la que es, probablemente, la más bonita, la más hermosa elegía en lengua castellana, que Miguel Hernández compuso cuando murió su amigo Ramón Sijé".

El "poeta universal" Miguel Hernández, un símbolo "de la tolerancia, de la paz" y de unos valores que "son absolutamente presentes", fue recordado hoy en su localidad natal Orihuela (este) y en Madrid, con la presentación de una antología cuando se cumplen 75 años de su muerte preso por la dictadura española de Francisco Franco.
El presidente del gobierno regional de Valencia, Ximo Puig, visitó hoy algunos de los lugares que marcaron la vida de Miguel Hernández (Orihuela, Alicante, 1910-Alicante, 1942), un "símbolo de la lucha contra la desigualdad, de la tolerancia, la paz y de los valores cívicos más vigentes que nunca".
El gobierno regional valenciano ha elegido el día en que murió Hernández, un 28 de marzo de hace justo 75 años, para recordar cada año a las víctimas de la Guerra Civil española y del régimen franquista.
Puig celebró la efeméride con una completa agenda en torno a la vida del poeta, que comenzó en Orihuela, para trasladarse a la ciudad de Alicante (este) en cuyo reformatorio de adultos murió Hernández, para depositar una corona de laurel.
En el camposanto, primero visitó el antiguo nicho que albergó los restos mortales hasta 1984, el número 1.009, y posteriormente la actual tumba de Miguel Hernández, donde se escucharon los versos de "Viento del pueblo" (1937). "Miguel Hernández merece todo el reconocimiento y más difusión porque es el símbolo de unos valores que hoy son absolutamente presentes y que queremos implementar en la acción de gobierno", enfatizó.
Puig también asistió a la clausura de un acto sobre el "injusto" juicio que llevó al poeta a su encarcelamiento y posterior muerte por enfermedad, que se desarrolló en la Universidad de Alicante con el título de "El proceso judicial a Miguel Hernández: la memoria delante de la Justicia".
Allí, ha señalado que "todo lo que se haga por Miguel Hernández es poco", ya que se trata de "un poeta universal que en poco tiempo hizo tanta poesía e influyó tanto".
Para Puig, durante el proceso penal al poeta se produjeron "una serie de fatalidades e insuficiencias jurídicas" que, incluso 75 años después y en plena democracia, no se han sabido superar plenamente.
De esta forma, se refirió a la fallida pretensión de la familia del poeta de que un tribunal invalidara la condena, que fue primero a muerte y después fue conmutada a 20 años, por el simple delito de "tener unas ideas y defenderlas".
Hernández también fue recordado hoy en Madrid con la presentación de la antología "Tenemos que hablar de muchas cosas" (Espasa) en la que diez poetas contemporáneos, con diferentes voces y tendencias, han elegido poemas del conocido como "poeta del pueblo".
Cuatro de esos diez poetas -Escandar Algeet, Victoria Ash, Iago de la Campo y Carlos Salem- leyeron hoy fragmentos de esa antología a un grupo de 300 estudiantes para acercar al autor de "Las nanas de la cebolla" a los lectores más jóvenes.
En el acto también participó el ministro español de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, quien recitó de memoria "Tengo estos huesos hechos a las penas".
El ministro destacó, además, lo acertado del título del libro que ahora edita Espasa, editorial con la que colaboró el poeta de Orihuela.
"No es un título casual. Son -recordó- los dos últimos versos de la que es, probablemente, la más bonita, la más hermosa elegía en lengua castellana, que Miguel Hernández compuso cuando murió su amigo Ramón Sijé".

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