Quinua creada en laboratorio será cultivada en cualquier parte del mundo
Quinua creada en laboratorio será cultivada en cualquier parte del mundo

El investigador estadounidense Eric Jellen consideró que el reciente descubrimiento del genoma de la quinua puede ser una amenaza para Bolivia, que es el segundo productor de esta semilla del mundo, aunque estimó que el país andino debe aprovechar la calidad de su cosecha.
Jellen, que es uno de los autores de la investigación que descifra el genoma del "Chenopodium quinoa" publicada el pasado febrero en la revista científica Nature, participó hoy en La Paz en un foro internacional que busca abordar las oportunidades y desafíos de este descubrimiento para Bolivia.
"Es una amenaza, es algo que puede pasar", dijo a Efe este profesor universitario de Genética, quien puso de ejemplo que "en España hay investigadores que tienen mucho interés en producir variedades de quinua para el ambiente, especialmente en el sur".
De acuerdo con el científico, "es algo que va a pasar porque así es la ciencia y el avance del conocimiento del ser humano".
"El genoma es la secuencia, es la base de secuencias de ADN que constituye a los 18 pares de cromosomas de esa especie", explicó Jellen. La quinua cuenta con 1040 millones de bases de ADN.
El hecho de que se haya averiguado cuál es el genoma de este pseudocereal implica que se conozcan "todos los genes que controlan el patrón de desarrollo de la planta" y con ello que se puedan fabricar nuevas variedades que soporten condiciones climatológicas adversas.
"Esto es especialmente importante en el caso de la producción orgánica", expuso Jellen, porque los productores ecológicos no pueden usar pesticidas y dependen "de la resistencia intrínseca, genética, que existe dentro de la planta".
La quinua es un cultivo que se desarrolla en condiciones de frío, de salinidad del suelo y de un clima seco, como es el altiplánico de Perú y Bolivia, donde están los cultivos más abundantes.
Que se desarrollen nuevas variedades mediante estas investigaciones genéticas daría la opción de que también se puedan cultivar en ecosistemas cálidos, como los de Arabia Saudí, cuyo gobierno financió la investigación.
"Ojalá que todos podamos beneficiarnos del alto valor nutritivo de la quinua y que a la vez los bolivianos en el Altiplano puedan seguir aprovechándose del tipo de quinua muy especial que únicamente pueden producir ellos", dijo el científico estadounidense.
Según el Centro Internacional de la Quinua (CIQ), Bolivia es el primer país en producción orgánica de este pseudocereal, aunque Perú tiene una producción total mayor.
La quinua (chenopodium quinoa willd) se originó en Los Andes hace 7.000 años y fue un alimento clave de las antiguas culturas andinas tiahuanacota e inca.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) declaró el 2013 como Año Internacional de la Quinua en reconocimiento a los pueblos andinos y a las valiosas propiedades nutricionales de este milenario "grano de oro".
En 2014, los productores bolivianos lograron que el registro de la "Quinua Real del Altiplano Sur de Bolivia" sea reconocido por los países de la Comunidad Andina de Naciones (CAN).

El investigador estadounidense Eric Jellen consideró que el reciente descubrimiento del genoma de la quinua puede ser una amenaza para Bolivia, que es el segundo productor de esta semilla del mundo, aunque estimó que el país andino debe aprovechar la calidad de su cosecha.
Jellen, que es uno de los autores de la investigación que descifra el genoma del "Chenopodium quinoa" publicada el pasado febrero en la revista científica Nature, participó hoy en La Paz en un foro internacional que busca abordar las oportunidades y desafíos de este descubrimiento para Bolivia.
"Es una amenaza, es algo que puede pasar", dijo a Efe este profesor universitario de Genética, quien puso de ejemplo que "en España hay investigadores que tienen mucho interés en producir variedades de quinua para el ambiente, especialmente en el sur".
De acuerdo con el científico, "es algo que va a pasar porque así es la ciencia y el avance del conocimiento del ser humano".
"El genoma es la secuencia, es la base de secuencias de ADN que constituye a los 18 pares de cromosomas de esa especie", explicó Jellen. La quinua cuenta con 1040 millones de bases de ADN.
El hecho de que se haya averiguado cuál es el genoma de este pseudocereal implica que se conozcan "todos los genes que controlan el patrón de desarrollo de la planta" y con ello que se puedan fabricar nuevas variedades que soporten condiciones climatológicas adversas.
"Esto es especialmente importante en el caso de la producción orgánica", expuso Jellen, porque los productores ecológicos no pueden usar pesticidas y dependen "de la resistencia intrínseca, genética, que existe dentro de la planta".
La quinua es un cultivo que se desarrolla en condiciones de frío, de salinidad del suelo y de un clima seco, como es el altiplánico de Perú y Bolivia, donde están los cultivos más abundantes.
Que se desarrollen nuevas variedades mediante estas investigaciones genéticas daría la opción de que también se puedan cultivar en ecosistemas cálidos, como los de Arabia Saudí, cuyo gobierno financió la investigación.
"Ojalá que todos podamos beneficiarnos del alto valor nutritivo de la quinua y que a la vez los bolivianos en el Altiplano puedan seguir aprovechándose del tipo de quinua muy especial que únicamente pueden producir ellos", dijo el científico estadounidense.
Según el Centro Internacional de la Quinua (CIQ), Bolivia es el primer país en producción orgánica de este pseudocereal, aunque Perú tiene una producción total mayor.
La quinua (chenopodium quinoa willd) se originó en Los Andes hace 7.000 años y fue un alimento clave de las antiguas culturas andinas tiahuanacota e inca.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) declaró el 2013 como Año Internacional de la Quinua en reconocimiento a los pueblos andinos y a las valiosas propiedades nutricionales de este milenario "grano de oro".
En 2014, los productores bolivianos lograron que el registro de la "Quinua Real del Altiplano Sur de Bolivia" sea reconocido por los países de la Comunidad Andina de Naciones (CAN).

El investigador estadounidense Eric Jellen consideró que el reciente descubrimiento del genoma de la quinua puede ser una amenaza para Bolivia, que es el segundo productor de esta semilla del mundo, aunque estimó que el país andino debe aprovechar la calidad de su cosecha.
Jellen, que es uno de los autores de la investigación que descifra el genoma del "Chenopodium quinoa" publicada el pasado febrero en la revista científica Nature, participó hoy en La Paz en un foro internacional que busca abordar las oportunidades y desafíos de este descubrimiento para Bolivia.
"Es una amenaza, es algo que puede pasar", dijo a Efe este profesor universitario de Genética, quien puso de ejemplo que "en España hay investigadores que tienen mucho interés en producir variedades de quinua para el ambiente, especialmente en el sur".
De acuerdo con el científico, "es algo que va a pasar porque así es la ciencia y el avance del conocimiento del ser humano".
"El genoma es la secuencia, es la base de secuencias de ADN que constituye a los 18 pares de cromosomas de esa especie", explicó Jellen. La quinua cuenta con 1040 millones de bases de ADN.
El hecho de que se haya averiguado cuál es el genoma de este pseudocereal implica que se conozcan "todos los genes que controlan el patrón de desarrollo de la planta" y con ello que se puedan fabricar nuevas variedades que soporten condiciones climatológicas adversas.
"Esto es especialmente importante en el caso de la producción orgánica", expuso Jellen, porque los productores ecológicos no pueden usar pesticidas y dependen "de la resistencia intrínseca, genética, que existe dentro de la planta".
La quinua es un cultivo que se desarrolla en condiciones de frío, de salinidad del suelo y de un clima seco, como es el altiplánico de Perú y Bolivia, donde están los cultivos más abundantes.
Que se desarrollen nuevas variedades mediante estas investigaciones genéticas daría la opción de que también se puedan cultivar en ecosistemas cálidos, como los de Arabia Saudí, cuyo gobierno financió la investigación.
"Ojalá que todos podamos beneficiarnos del alto valor nutritivo de la quinua y que a la vez los bolivianos en el Altiplano puedan seguir aprovechándose del tipo de quinua muy especial que únicamente pueden producir ellos", dijo el científico estadounidense.
Según el Centro Internacional de la Quinua (CIQ), Bolivia es el primer país en producción orgánica de este pseudocereal, aunque Perú tiene una producción total mayor.
La quinua (chenopodium quinoa willd) se originó en Los Andes hace 7.000 años y fue un alimento clave de las antiguas culturas andinas tiahuanacota e inca.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) declaró el 2013 como Año Internacional de la Quinua en reconocimiento a los pueblos andinos y a las valiosas propiedades nutricionales de este milenario "grano de oro".
En 2014, los productores bolivianos lograron que el registro de la "Quinua Real del Altiplano Sur de Bolivia" sea reconocido por los países de la Comunidad Andina de Naciones (CAN).

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