Un terremoto de 7,9 grados de magnitud sacudió ayer la región de Samoa y otras islas del Pacífico, provocando la formación de un tsunami que ha causado hasta el momento cuarenta muertos, cientos de heridos, numerosos desaparecidos y la destrucción de centenares de casas.
La mayoría de las víctimas mortales se han producido en la aldea de Lalomanu, situada al sureste de la isla de Upolu, la segunda mayor de Samoa, de acuerdo a residentes citados por Radio Nueva Zelanda.
De acuerdo a relatos de vecinos de Apia y otras localidades de Upolu, la sirenas de alarma continúan sonando, a pesar de que la mayor parte de la población fue evacuada o huyó a zonas más altas.
El terremoto causó olas de hasta siete y ocho metros en diferentes zonas de la región, donde de momento, la isla más afectada es la de Upolu, en Samoa Occidental, según fuentes policiales citadas por Radio Nueva Zelanda.
El epicentro se localizó a 180 kilómetros de Hihifo, en Tonga, y a 200 kilómetros de Apia, en Samoa.
De acuerdo a informaciones recogidas en Apia por la Policía, también las aldeas de la pequeña isla vecina de Monono han resultado dañadas y una extensa parte de lo que antes era tierra firme está bajo el agua.