​Terroristas sirios dejaron laberinto de túneles subterráneos cavados en Guta
​Terroristas sirios dejaron laberinto de túneles subterráneos cavados en Guta

El túnel se adentra en la oscuridad, tan amplio como para que pase un vehículo. En Guta Oriental, los sirios (llamados rebeldes en Occidente) cavaron bajo tierra un verdadero laberinto de varios kilómetros, con hospitales y cuarteles militares en , cerca a Damasco, la capital.

"Esta red de es una verdadera tela de araña", dice un responsable del ejército sirio, que acompaña a varios periodistas en una visita organizada en antiguos sectores rebeldes de Guta.

Tras una ofensiva lanzada el 18 de febrero, las fuerzas del presidente sirio Bashar al Asad retomaron más del 95% de este exbastión insurgente cerca de Damasco, según la oenegé Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).

Una de las entradas del laberinto subterráneo está en el subsuelo de una escuela transformada en cuartel general por los insurgentes del grupo islamista Faylaq al Rahman, en el barrio Jobar, de Damasco, antes en manos de los rebeldes, constató una corresponsal de la AFP.

Los túneles fueron cavados a unos 15 metros de profundidad. Los muros están reforzados y cuentan con postes metálicos, cámaras de vigilancia y luces de neón.

Algunos corredores que facilitan el paso de vehículos van hacia otros túneles más estrechos, que solo se pueden recorrer a pie. Tienen a veces hasta tres o cinco kilómetros y comunican el barrio de Jobar con las ciudades rebeldes de Ain Tarma y Zamalka.

Estas últimas están en un bastión rebelde situado en el sur de la Guta, antes controlado por le grupo Faylaq al Rahman.

El sábado, el ejército sirio retomó el control total de esta zona, tras la evacuación de miles de combatientes y civiles hacia territorios insurgentes del noroeste sirio.

Estas evacuaciones en Guta Oriental fueron negociadas por Rusia, aliado indefectible de Bashar al Asad. A veces durante las negociaciones, el ejército ruso pidió a los rebeldes que suministrasen los planos de los túneles subterráneos.

- Ciudad fantasma -

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En una habitáculo bajo tierra, obuses de diferentes tamaños están ordenados según su alcance en cofres en los cuales está inscrito el nombre de un barrio de Damasco. Regularmente los rebeldes atacan la capital, causando muertos y heridos entre la población.

"La red de túneles une los depósitos de municiones bajo los edificios, lugares que son difíciles de alcanzar por la aviación siria", precisa el responsable militar.

La agencia de prensa oficial Sana afirma que se hallaron dos hospitales de campaña bajo tierra, dotados de equipo médico y medicamentos y comunicados con los túneles.

Cuando los territorios rebeldes en Guta Oriental empezaron a ser asediados por el régimen a partir 2013, los insurgentes utilizaban los túneles para ingresar contrabando de alimentos y mercancías. Estos suministros eran luego revendidos a precios muy elevados en las tiendas.

En 2017, las tropas gubernamentales endurecieron su asedio y destruyeron gran parte de los túneles de contrabando. El de Jobar sobrevivió.

A la salida del túnel, el barrio de Jobar, retomado a los rebeldes, es ahora una ciudad fantasma. Ni un solo civil se ve en las calles solo patrulladas por soldados del ejército sirio.

A lo largo de las calles cubiertas de escombros, y latones y hierros retorcidos, se ven edificios residenciales transformados en ruinas de cemento por los incesantes bombardeos.

En medio de los escombros, pequeñas muñecas de plástico con prendas coloridas fueron abandonadas por los niños y las familias que huyeron de los combates. Más de 1.600 civiles murieron en el diluvio de fuego del régimen contra las zonas rebeldes de Guta, según el OSDH.

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