​Tiroteo diabólico en una iglesia evangélica de Texas deja al menos 26 muertos
​Tiroteo diabólico en una iglesia evangélica de Texas deja al menos 26 muertos

Un hombre abrió fuego este domingo en una  de matando a 26 personas que asistían a un servicio religioso, en uno de los peores tiroteos de la historia reciente de Estados Unidos.

Esta ocurre a solo cinco semanas de la registrada en Las Vegas, el tiroteo más mortífero perpetrado en este país con un saldo de 58 muertos, que había relanzado una vez más el debate sobre la reglamentación de las armas de fuego.

Este domingo alrededor de las 11H20 (17H20 GMT), un "joven hombre blanco de una veintena de años", "vestido totalmente de negro", armado con un fusil de asalto y usando un chaleco antibalas, abrió fuego en la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs, un poblado rural de Texas, dijo Freeman Martin, un responsable de las fuerzas del orden en Texas.

Luego continuó con su en el interior de la iglesia, en pleno servicio religioso, antes de ser atacado por un habitante que le quitó su fusil. El tirador logró huir pero fue encontrado muerto dentro de su vehículo poco después, sin que se sepa si se suicidó o si alguien disparó contra él.

Las autoridades no dieron a conocer su identidad ni los motivos que lo llevaron a realizar este ataque. Según varios medios estadounidenses se trata de un exmilitar de 26 años dado de baja de la Fuerza Aérea tras ser sometido a una corte marcial en 2014, que vivía en la periferia de San Antonio, una de las grandes ciudades de Texas, ubicada a unos 50 kilómetros de esta localidad.

"Hasta este momento, hay 26 vidas que se han perdido. No sabemos si ese balance se agravará o no", dijo en conferencia de prensa el gobernador de Texas, Greg Abbott, calificando a este hecho como "el peor tiroteo en masa en la historia" de su Estado.

Una veintena de personas resultaron heridas. Las víctimas tienen edades que van desde los cinco a los 72 años.

Una de las hijas del pastor de la iglesia bautista de esta pequeña población rural de Texas, de 14 años, se halla entre los fallecidos, dijo su padre, Frank Pomeroy, a la cadena ABC News. El religioso no se hallaba en el recinto en momentos del ataque.

- Trump supervisa desde Asia -

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El presidente Donald Trump, actualmente en gira por Asia, calificó al incidente como un "espantoso tiroteo".

"Este acto de maldad ocurrió en un momento en que las víctimas y sus familias estaban en un lugar de culto. Nuestros corazones están rotos", dijo Trump desde Japón, en el segundo día de su gira asiática.

Anteriormente, el mandatario había tuiteado: "Que Dios esté con la gente de Sutherland Springs, Texas. El FBI & agencias de la ley están en la escena. Estoy monitoreando la situación desde Japón". La Casa Blanca informó que Trump tuvo una conversación con el gobernador Abbott.

El 1 de octubre, Estados Unidos sufrió el peor tiroteo de su historia, cuando un hombre armado disparó desde una habitación de un hotel de Las Vegas, Nevada, matando a 58 personas e hiriendo a cerca de 550 de una multitud que asistía a un concierto de música country.

Esa masacre fue cometida por Stephen Paddock, un rico contador retirado de 64 años, que se suicidó poco después de cometer el atentado.

Hasta el momento, los investigadores no han podido conocer sus motivos ni establecer un vínculo entre él y el grupo yihadista Estado Islámico, que reivindicó esa masacre.

El tiroteo de Texas no es el primero que se registra en un lugar de culto. En junio de 2015, Dylann Roof, un supremacista blanco, asesinó a nueve parroquianos en la iglesia de Emanuel en Charleston (Carolina del sur), símbolo de la lucha de los negros contra la esclavitud. Fue condenado a pena de muerte en enero pasado.

Todos los años, más de 33.000 personas mueren en Estados Unidos víctimas de las armas de fuego (22.000 de los casos son suicidios), de acuerdo a un estudio reciente. El debate sobre la reglamentación de las armas se relanza tras cada tiroteo, sin que la legislación pueda ser modificada, debido, entre otros motivos, a la influencia ejercida por la Asociación Nacional del Rifle, el poderoso lobby de las armas.

"No solo estoy disgustada, más que eso, estoy furiosa", reaccionó este domingo ante este nuevo ataque armado la senadora demócrata Elizabeth Warren. 

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