Una sátira contra presidente turco pone en un dilema al gobierno alemán
Una sátira contra presidente turco pone en un dilema al gobierno alemán

Una sátira contra el presidente turco Recep Tayyip Erdogan ha puesto al gobierno alemán en un dilema y el ejecutivo de Angela Merkel se ve ahora entre las peticiones de Turquía, que exige un proceso penal contra el humorista Jan Böhmermann, y la defensa de la libertad de expresión.
El portavoz del gobierno alemán, Stefen Seibert al confirmar la llegada de una nota verbal de Turquía al Ministerio de Exteriores, subrayó que el artículo quinto de la constitución alemana, que garantiza la libertad de expresión así como la libertad del arte de la ciencia, es innegociable.
"Quiero dejar claro que el artículo quinto de nuestra constitución tiene un gran valor y no es negociable ni dentro ni fuera de Alemania", dijo Seibert.
Seibert agregó que decía eso porque en algunos medios se ha despertado la impresión de que la libertad de opinión ya no tiene el mismo valor tratándose de Erdogan, en consideración a la importancia que tiene Turquía en el manejo de la crisis de los refugiados.
La nota verbal del gobierno turco pide la apertura de un proceso con base en el artículo 103 del código penal alemán que tipifica como delito la injuria

a jefes de estado extranjero y establece penas de hasta cinco años de cárcel.
De hecho, la fiscalía de Maguncia (oeste de Alemania) ya ha abierto diligencias previa sobre la sátira de Böhmermann.
A Böhmermann se ha sumado otro humorista, Dieter Hallervorden, que, en medio de la polémica, ha publicado una canción titulada "Erdogan, demándame", "Canto lo que eres, un terrorista que dispara contra espíritus libres", dice la canción. Más adelante, Hallervorden invita a Erdogan a proceder contra él, con la esperanza de que con ello su canción se haga famosa.