Diez kilómetros diarios de ida vuelta son los que camina Luther Younger, un anciano de 99 años de Rochester, Nueva York, EEUU para visitar a su mujer en el hospital.
La esposa de Luther se trata un tumor cerebral que fue diagnosticado hace nueve años, aunque solo le habían dado cinco años de vida.
El anciano alega que sus padres lo han ayudado a soportar la situación y durante todo este tiempo ha estado acompañando a su mujer yendo al hospital para visitarla todos los días. Muchas veces se queda dormido allí y en el suelo.
(FOTO) Luther Younger y su esposa
"Tengo una esposa. No quiero esperar en el autobús. Quiero ir allí para ver a mi esposa", dice el hummilde hombre.
"Es una dama hermosa y me hizo un hombre. Es por eso que la amo, porque es fuerte. Ella no es débil. Es el tipo de mujer que quiero", continuó hablando de su ser querido.
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