El territorio de Israel se transforma en un escenario ideal para la “expedición” a Marte.
El territorio de Israel se transforma en un escenario ideal para la “expedición” a Marte.

Astronautas recorren el desierto de Israel, al simular un viaje a Marte, y lo hacen con sus trajes y en condiciones climáticas extremas como las que encontrarían humanos en una próxima visita al Planeta Rojo.

Ello sucede porque los estudios han mostrado que Marte, el llamado el Planeta Rojo, pareciera tener características de un arenal, por lo que los investigadores de 25 países fueron al cráter Makhtesh Ramon (o Mitzpé Ramon), del desierto de Néguev, para realizar una simulación de viaje.

Una arena rojiza, con rocas que para muchos resultan extrañas y la sensación de tranquilidad y paz han hecho que el territorio de Israel se transforme en un escenario ideal para la “expedición” a Marte.

Israel, la tierra prometida, sirve para planificar un viaje tripulado a Marte.
Israel, la tierra prometida, sirve para planificar un viaje tripulado a Marte.

Este tipo de misiones, llamadas ‘análogas’, son ensayos que buscan resolver cómo es la vida en el espacio, donde se busca tener en cuenta las situaciones que se podrían resolver y la calidad de los productos y equipos que tienen los astronautas pensados en tratar extremas condiciones en el planeta cercano a la Tierra. En este caso en Israel.


Tremendo cráter

Makhtesh Ramon es un cráter de 500 metros de profundidad en el que los astronautas con sus trajes espaciales caminan lentamente, probando y analizando cada una de las funciones de sus equipos.

Se trata del mayor cráter de erosión del mundo, con 40 kilómetros de longitud, donde el Foro Espacial Austriaco (OeWF) instaló su “base marciana”, en colaboración con la agencia espacial de Israel, dentro de la misión Amadee-20, prevista inicialmente el año pasado, pero aplazada debido a la pandemia del COVID-19.


Gran calor

“Aquí tenemos temperaturas de 25 a 30 grados Celsius, en Marte hace menos 60 grados Celsius y la atmósfera es irrespirable”, dijo el austriaco Gernot Grömer, quien supervisa la misión e Israel.

Durante casi un mes y hasta finales de octubre, seis “astronautas análogos” oriundos de Portugal, España, Alemania, Holanda, Austria e Israel, están aislados del mundo, en esta “estación marciana”, pudiendo salir de ella únicamente en escafandra (traje usado comúnmente por buzos), como si estuvieran en el Planeta Rojo.

“Es un sueño hecho realidad. Es algo en lo que trabajamos desde hace varios años, estoy muy feliz de estar aquí”, afirmó Alon Tenzer, astronauta israelí de 36 años.

Para la inauguración de la estación, Alon se puso sus mejores galas: su equipo plateado, que pesa, según él, unos 50 kilos, y lleva dos o tres horas ponérselo.

Todos los integrantes de “la tripulación” en “Marte” son voluntarios y tuvieron que pasar muchas pruebas físicas y psicológicas para poder participar en la misión que se realiza en Israel.