Matthew Mitnitsky, el propietario del restaurante italiano Nonnis en Concord, New Hampshire, relató que su albóndiga de 101 kilogramos ha sido confirmada por el libro Guinness de los Récords como la más grande en la historia. Si bien parece una pérdida de tiempo y un capricho sin sentido, en realidad la gesta de este Don Quijote moderno no ha sido en vano. La albóndiga fue donada a un hogar de caridad. Esta proeza ocurrió dos meses después que Jimmy Kimmel arengara a batir el récord que ostentaba México con su bola de carne de 90 kilos.