El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Yair Lapid, salió este lunes a rechazar la afirmación de su homólogo ruso Sergei Lavrov de que Hitler “tenía sangre judía”, y convocó al embajador ruso para pedirle “aclaraciones”.

Desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania, Israel ha tratado de mantener un delicado equilibrio entre Kiev y Moscú, pero las palabras de Lavrov son la gota que movieron las aguas.

“(El presidente ucraniano, Volodimir) Zelenski, esgrime este argumento: ¿cómo puede estar presente el nazismo (en Ucrania) si él mismo es judío?”, dijo Lavrov, según se transcribe en el sitio web de su ministerio.

Declaraciones de Lavrov son “escandalosos” y “imperdonables”

En respuesta, el canciller israelí condenó enérgicamente las palabras de su par ruso y dijo que se había convocado al embajador ruso en Israel para “aclaraciones”.

Los comentarios del ministro Lavrov son escandalosos, imperdonables y un horrible error histórico”, fustigó Lapid.

“Rusia es sucesora de la ideología nazi”

El presidente de Yad Vachem, el memorial israelí de la Shoá, Dani Dayan, también condenó las declaraciones de Lavrov, diciendo que eran “comentarios infundados, delirantes y peligrosos que merecen ser condenados”.

El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, lamentó que “Lavrov no pueda esconder el antisemitismo profundamente enraizado en las élites rusas”.

agregó en Twitter.

El consejero de la presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak, denunció las declaraciones como “antisemitas” y afirmó que “son la prueba de que Rusia es sucesora de la ideología nazi”.

El portavoz del gobierno alemán, Steffen Hebestreit, tachó la declaración como “absurda” y dijo que la “propaganda rusa difundida por Lavrov no merece ser comentada”.