Cientos de monjes huyeron de sus monasterios para salvar sus vidas.
Cientos de monjes huyeron de sus monasterios para salvar sus vidas.

En medio de la guerra civil entre los gobernantes golpistas y los rebeldes que buscan restaurar una incipiente democracia, cientos de monjes huyeron de sus monasterios en el este de Birmania para evitar los violentos combates entre el ejército y los alzados contrarios a la junta militar que ejerce el poder a sangre y fuego.

En Loikaw, en el estado de Kayah, una treintena de monasterios fueron abandonados y sus ocupantes dejaron la ciudad a bordo de decenas de camiones, explicó uno de ellos a la agencia de noticias AFP, bajo anonimato.

Muchos monjes también huyeron de la localidad de Demoso, a pocos kilómetros de allí, añadió.

Desde hace varios días, estas dos ciudades, situadas a 200 km al este de la capital birmana, Naipyidó, son escenario de . El ejército lanzó ataques aéreos y efectuó disparos de artillería.


Drama humano

La ONU estima que la mitad de la población de Loikaw se vio obligada a abandonar sus hogares y que cerca de 90,000 personas del estado de Kayah huyeron. La prensa local habla de más de 170,000 desplazados en Birmania.

En Loikaw, combatientes rebeldes irrumpieron en iglesias y casas abandonadas. También forzaron el acceso a una cárcel para intentar incitar a los detenidos a unirse a su bando, informó un miembro de la policía local.

Birmania está sumida en el caos desde el golpe militar del 1 de febrero de 2021 que derrocó a Aung San Suu Kyi y puso fin a una década de transición democrática.


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