Momentos después del intento de asesinato, la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner continuó firmando autógrafos y sonriendo, sin que su seguridad la evacuara o intentaran ponerla a salvo como en cualquier protocolo frente a un político de alto nivel.

La reacción de su cuerpo de seguridad tras el atentado, en medio de la polarización que vive el país, lleva a un sector de la población a dudar de la veracidad de lo sucedido en las inmediaciones de su casa la noche del jueves. Las versiones apuntan a un montaje.

dijo el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, sobre el pistolero detenido.

El hombre, que se acercó a Kirchner en medio de la multitud y le apuntó con una pistola la esperaba para saludarla y pedirle una firma en su libro autobiográfico, según trascendió.

Cientos de militantes se han congregado desde la semana pasada ante el domicilio de Kirchner, de 69 años, acusada de corrupción durante su gobierno (2007-15) y contra quien la Fiscalía solicitó una pena de 12 años de cárcel y la inhabilitación perpetua.

Pistolero detenido

Fernando Andrés Sabag Montiel, el hombre armado que intentó disparar a Fernández de Kirchner fue detenido por personal policial, momentos después del fallido atentado, cuando la funcionaria saludaba a los militantes que la aclamaban en la puerta de su domicilio en el barrio porteño de Recoleta.

El pistolero tiene 35 años y antecedentes penales por uso indebido de armas de fuego, según confirmó el ministro Aníbal Fernández. En marzo de 2021 fue advertido con una contravención al portar un arma no convencional en su presunto domicilio en La Paternal. Ese día, Sabag Montiel fue detenido empuñando un cuchillo, que declaró que era para su defensa personal, según informaron fuentes judiciales.