Una situación insólita ocurrió en la región francesa de Auvernia-Ródano-Alpes. Un curso iba ser cerrado en la escuela Crêts en Belledonne, pero un poblador tuvo una ingeniosa idea para evitarlo.
Resulta que en septiembre, uno de los cursos corría el riesgo de no ser dictado, por lo que un poblador llegó a la escuela con 50 ovejas para matricularlas y así completar el número mínimo de participantes.
Se trata del ciudadano Gaëlle Laval, quien dijo para The Guardian: "Con esto, no debería tener lugar el cierre".
Para lograr la matricula de las ovejas, el hombre llegó con las mismas hasta la escuela. Además, reconoció "haber jugado con el humor para movilizar a la gente".
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