La desgracia del no tiene cuando acabar y una historia inédita ocurrió en el vecino país de , donde ya suman 355 muertos, según sus autoridades.

En esta ocasión, una familia no tuvo mejor idea que exponerse al virus llevando a su muerto en una camioneta.

Sin embargo, ellos quisieron hacerlo pasar como dormido y, para ello, lo sentaron en la parte trasera del auto.

Debido al colapso del sistema de salud, la familia de la víctima de COVID-19 lo llevó en su camioneta y, de pronto, fueron detenidos por los militares quienes exigían despertarlo sino no iban a poder avanzar.

“Si está dormido, tenga la amabilidad de levantarlo”, repetía el militar.

Uno de los integrantes tuvo que confesar que no estaba dormido sino que era un cadáver.

“Ha fallecido, acaba de fallecer”, respondió el familiar.

Ellos querían darle cristiana sepultura al hombre, sin embargo, el protocolo de la Organización Mundial de la Salud, establece la cremación de los cuerpos víctimas del coronavirus.

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