​Jefe de Gobierno y sus ministros se sientan y se declaran en huelga
​Jefe de Gobierno y sus ministros se sientan y se declaran en huelga

El jefe del de la ciudad de Delhi y tres de sus ministros cumplieron hoy miércoles dos días y dos noches de con una sentada en un salón de la residencia del gobernador de la capital india en demanda de que funcionarios estatales les atiendan para resolver los problemas de la ciudad.

El jefe del Partido del Hombre Común (AAP) y cabeza del Ejecutivo delhí, Arvind Kejriwal, asegura que los funcionarios de la administración central con los que tienen que lidiar a diario para resolver las cuestiones cotidianas en el manejo de la capital no le reciben.

"Los funcionarios del Servicio de Administración Indio (IAS) de Delhi están en una huelga parcial los últimos tres meses. Esto está obstaculizando el trabajo seriamente. La gente de Delhi está sufriendo debido a ello", criticó Kejriwal en una carta entregada al gobernador el pasado lunes.

Ese día por la tarde, junto a tres de sus colaboradores, Kejriwal se fue a la residencia del gobernador de Delhi, Anil Baijal, un responsable público designado directamente por el Ejecutivo Central y que tiene competencias de control sobre la capital, para exigir el final de esa supuesta huelga.

Sin embargo, el gobernador rechaza que haya huelga alguna y se niega a atender las solicitudes de los dirigentes locales.

"No hay huelga de los empleados", dijo Baijal en un mensaje colgado en la página web del gobernador, al llamar al responsable delhí a "construir confianza con los empleados a todos los niveles y buscar caminos para resolver las preocupaciones verdaderas".

En respuesta, desde hace dos días Kejriwal; el número dos del Gobierno delhí, Manish Sisodia; el ministro de Salud regional, Satyendar Jain; y el ministro de Transporte, Gopal Rai, se encuentran instalados en su salón y se niegan a salir.

Delhi está considerado administrativamente como un territorio de la Unión y no como un estado de la India, por lo que el Gobierno local no tiene control directo sobre ciertas competencias como la policía o el orden público.

El dirigente capitalino acusa a ciertos servidores públicos, no controlados por el Gobierno local, de secundar una "huelga parcial" desde el pasado febrero y evitar así reuniones con sus ministros.

Esto les impide sacar adelante medidas como la compra de autobuses, el mantenimiento de los baños públicos en los barrios de chabolas o el control de la contaminación, denunciaron Kejriwal y sus tres ministros en su misiva entregada al gobernador de Delhi.

Los dirigentes locales pidieron a Baijal que ordenase el fin de la supuesta huelga y "tomar medidas ejemplares contra aquellos funcionarios que hayan impedido el trabajo hasta ahora".

La imagen de los cuatro políticos descansando en los sofás de la casa del gobernador, con los pies sobre una mesa y acostados en un sofá ha corrido como la pólvora por las redes sociales, donde los dirigentes del AAP son muy activos.

Sisodia y Jain utilizaron estos canales para anunciar hoy el comienzo de una huelga de hambre, mientras Kejriwal criticó directamente al primer ministro Narendra Modi por la paralización de las políticas en la capital india.

"El Gobierno Central utiliza a los trabajadores de la Administración como herramienta para provocar la rebelión contra un Gobierno electo", escribió hoy en su perfil de Twitter.

En respuesta a la protesta de los dirigentes del AAP, militantes y partidarios del BJP, el partido de Modi, rodearon hoy la oficina de Kejriwal, al que acusan de "hacer burla de la democracia".

Por su parte, simpatizantes del AAP marcharon desde la casa de su líder a la residencia del gobernador para mostrar apoyo a sus representantes políticos.

Esta no es la primera vez en que Kejriwal apela a una sentada para protestar.

Activista antes que político, el actual jefe del Gobierno de Delhi multiplicó su popularidad tras las huelgas de hambre realizadas en 2011 con su mentor, el carismático ghandiano Anna Hazare, en demanda de una ley anticorrupción.

En 2013, durante sus primeros días como mandatario de la capital, Kejriwal llegó incluso a paralizar la ciudad con protestas callejeras contra el Gobierno Central sobre el control de la Policía, hecho que le hizo ganarse el apodo de "alcalde anarquista", un mote que aceptó públicamente.

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