La luz artificial causa retrasos en el parto de una especie de marsupial australiano, lo que evita que el nacimiento de las crías coincida con la disponibilidad de los alimentos que necesitan para crecer, divulga un estudio.

"La contaminación lumínica urbana puede tener un profundo impacto en los desajustes estacionales del proceso fisiológico en la vida salvaje", según el estudio sobre la reproducción de los ualabíes de Tammar, parecido a un canguro enano, publicado en la revista científica Proceedings B y citado por la cadena australiana ABC.

La luz generada por las bombillas incandescentes LED, que emiten una onda luminosa en el espectro azul y que tiene un mayor impacto negativo en la supresión de la melatonina, empeora aún más la situación, de acuerdo al estudio liderado por Kylie Robert de la Universidad de La Trobe.

Los ualabíes de Tammar (Macropus eugenii) dan a luz unas seis semanas después del solsticio de verano y en los 300 días siguientes llevan a sus crías en la bolsa marsupial para que se desarrolle hasta la primavera cuando el alimento es abundante.

Se cree que esta especie de marsupial se guía a través de la reducción gradual de la duración de la luz del día para detectar cuándo ha pasado el solsticio de verano y poder así dar a luz, agregó la fuente.

Para analizar el impacto de la luz artificial, Robert y sus compañeros siguieron a dos manadas de ualabíes de Tammar en la isla Garden, frente a las costas occidentales del país, una que vive en el bosque y otra cerca de la base militar Sterling, que está constantemente iluminada.

Con ayuda de collares con GPS y tecnología para medir la cantidad de luz a las que estaban expuestos los marsupiales, los científicos notaron que los ualabíes que vivían cerca de la base naval estaban expuestos a grandes cantidades de luz, mientras que los otros solamente a la luz natural.

Asimismo tomaron muestras de sangre y midieron los niveles nocturnos de la hormona melatonina, que aumenta en la oscuridad y ayuda a regular el reloj interno de los animales.

Las muestras detectaron una menor cantidad de melatonina en la población que vive cerca de la base naval.

Tras cinco años de seguimiento, los científicos notaron que los ualabíes expuestos a la luz artificial en la isla Garden parían mucho después que los otros y sospechan que la supresión de la melatonina "enmascara" las señales que necesita el animal para detectar los cambios en las estaciones. 

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