Una mujer fue intimidada y conminada por dos policías argelinos a dejar de fumar en la calle después de haber encendido un cigarrillo en las cercanías de la comisaría de la Plaza de los Mártires en Argel, según informa el diario Liberté. Instantes después de que la mujer encendiese el cigarrillo, los dos policías se abalanzaron sobre ella en un tono hostil y agresivo y le ordenaron que lo apagase. Entre atónita y asombrada, la ciudadana se vio obligada a apagar su cigarro por miedo a que las consecuencias de una negativa fuesen mayores, según asegura el diario. El rotativo se pregunta si acaso existe alguna ley en Argelia que prohíba fumar a una mujer mayor de edad y critica lo que considera el deslizamiento del país hacia la beatitud ostentosa.