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Un verdadero drama. El exjugador del Newcastle  vive una dura realidad: padece pérdida de memoria debido a los constantes cabezazos que dio en su carrera profesional, alega en las pruebas neurológicas que le han realizado documental de la BBC.

El máximo anotador en la historia de la  admitió que la consecuencia de rematar tantas veces con la cabeza le trajo problemas de memoria. 

"Por cada gol que anoté de cabeza marqué mil en los entrenamientos, eso me pone en riesgo si es que hay un vínculo entre ambos factores. Es un deporte duro y brillante, pero hay que estar seguros de que no sea un juego mortal", contó el exjugador de 47 años.

"Cuando uno se convierte en profesional, se espera tener más tarde problemas de espalda, rodilla o tobillo. Pero jamás pensé que el fútbol estaría ligado a enfermedades cerebrales", aseveró Alan Shearer en la serie de pruebas neurológicas que le realizaron.

El año pasado, se realizó un estudio en la universidad escocesa de Stirling donde quedó comprobado que el juego de cabeza en el fútbol puede traer consecuencias en las funciones de la memoria y del cerebro. 

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