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Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Florida aseguran que al estar expuesto al olor de la comida chatarra es suficiente para que el cerebro tenga la sensación de satisfacción.
La investigación fue publicada por el Journal of Marketing Research y concluye que el aroma del ambiente es poderoso para que una persona tenga antojos. Esto podría influenciarmás en los niños que en los adultos.
El profesor Dipayan Biswas, experto en el marketing de aromas sotiene que en la investigación realizada se les hizo oler a 900 niños comida chatarra y saludable.
Los que les pusieron olor de comida chatarra por más de dos minutos eligieron comida saludable y fue el doble de los que olieron comida saludable.
Por ello, se deduce que el cerebro al oler comida chatarra por unos segundos, active la señal al cerebro para que lo pruebe, pero con una mayor exposición, el antojo se va.
Además, los cerebros no están en la capacidad de diferenciar las sensaciones de placer que vienen de la nariz o del estómago según lo que postula el profesor Dipayan Biswas.
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