Palestinos enamorados buscan donativos para casarse en Gaza
Palestinos enamorados buscan donativos para casarse en Gaza

Hakim Zoghbor y su prometida, Falastin Tanani, son una joven pareja de Gaza que, ante la falta de alternativas, ha lanzado una original campaña de recogida de fondos en internet para cumplir su sueño y casarse al más tradicional estilo palestino.
En un inusual paso por las nuevas tecnologías los dos, de 27 años, han saltado a la red para pedir a los internautas una contribución que les ayude a costear los 9.000 dólares que necesitan para cubrir los gastos que les implica el decir "Sí, quiero".
Una cantidad inalcanzable para los dos, residentes en un lugar con unos de los índices de desempleo y pobreza más altos del mundo, especialmente entre los jóvenes.
De acuerdo con el Comité Palestino que desafía el bloqueo impuesto a Gaza por Israel en 2007 y secundado por Egipto en 2013, la tasa de pobreza ha alcanzado el 40 por ciento y la de desempleo el 45, un porcentaje que supera el 60 entre los menores de 25 años.
ONG calculan que el 80 por ciento de los cerca de dos millones de habitantes de la Franja reciben algún tipo de ayuda humanitaria.
Zoghbor y Tanani se enamoraron a primera vista cuando colaboraban como voluntarios en unos talleres, poco antes de graduarse de la Facultad de Ingeniería. Él es ahora ingeniero civil y ella ingeniera de tecnologías y ambos están sin empleo.
Hace once días se inscribieron en el sitio GoFundMe, la única vía que creen que puede facilitarles cumplir su sueño, financiar su boda.
En este periodo han logrado reunir 1.050 dólares de 17 donantes.
"La conservadora sociedad de Gaza rechaza el principio de que un joven pueda enamorarse de una mujer joven, así que mantuvimos en secreto nuestro amor hasta que nos graduamos hace tres años", dijo a Efe el alto y barbudo enamorado.
Zoghbor y Tanani son un caso entre miles en la bloqueada Franja donde cientos de jóvenes se graduan cada año solo para unirse al enorme ejército de desempleados que esperan que un milagro resuelva su amarga realidad.
"Después de graduarnos, intentamos encontrar trabajo para poder convencer a nuestras familias que somos capaces de mantenernos, pero nunca conseguimos un puesto permanente, por lo que se oponen a que nos casemos", explica Zoghbor.
"Nuestro amor estaba en riesgo y todo se complicó", agrega.
Antes de la última ofensiva israelí, en 2014, logró trabajar en la construcción pero "después de la guerra y debido a la falta de materias primas, la construcción se detuvo y perdí el trabajo".
Sin encontrar alternativa, la pareja hizo varios voluntariados tanto en el sector privado como en ONG.
En los últimos años han podido ahorrar algo de dinero, que guardan celosamente para celebrar su compromiso y poder casarse.
"Nos ofrecimos como voluntarios en una ONG con programas para niños, pero el diminuto salario no era suficiente para iniciar un matrimonio", lamenta Tanani mientras se sienta cerca de su prometido.
Ante la adversidad optaron por "pensar en otras alternativas para superar la difícil situación".
Entre otros, valoraron tratar de salir de Gaza para trasladarse a Europa o a algún país árabe, pero desistieron.
"Incluso viajar al extranjero es misión imposible aquí. Israel cierra el paso fronterizo y Egipto hace lo mismo en el cruce de Rafah", dice Tanani, y agrega que "cuando todas las puertas se cerraron, las frustración nos empujó a hablar del asunto con nuestros amigos".
La pareja afronta dos obstáculos para iniciar una vida normal: encontrar financiación para casarse y superar la oposición de su familia a la idea de unirse en matrimonio sin tener un trabajo.
"Mi familia se opuso a que nos casáramos sin tener el dinero suficiente para tener una casa y formar una familia, mientras estamos en paro", dice Zoghbor.
Sin embargo, dada la continuidad del bloqueo y el cierre a cal y canto de la Franja, las posibilidades de que la situación cambie en el corto plazo son ínfimas.
"Hay miles como nosotros, pero no tienen el suficiente coraje y la voluntad de luchar por su caso", sostiene el prometido.
Hakim y Falastin se reunieron entonces con dos amigos Yihad y Lara, periodistas independientes y activistas en las redes sociales, que sugirieron algunas alternativas, entre otras, recurrir a la web GoFundMe para cumplir su sueño.
Su campaña de recaudación de fondos les ha provocado una lluvia de críticas de internautas palestinos que les acusan "pedir dinero con facilidad" y dar una imagen de la población de Gaza como mendigos.
"No creo que hayamos hecho nada malo o que atente contra nuestra comunidad o tradiciones. Pensamos en mucha opciones y esta es la única que puede ayudarnos. Espero que nuestra historia acabe en éxito", se defiende Tanani.

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