Los miles de niños de EE.UU. que envían cartas a Santa Claus en su casa del Polo Norte por Navidad este año, no recibirán respuesta porque el servicio postal anunció que suspenderá su tradicional programa por la seguridad de los menores. Cada año equipos de voluntarios se afanan en responder las más de 150 mil cartas que llegan a la localidad de North Pole (Polo Norte) en el estado de Alaska.
Esta es una tradición que data de 1954, cuando el servicio de correos comenzó a enviar las cartas a esta localidad de apenas 2 mil habitantes. Sin embargo, el pasado año fue descubierto entre los voluntarios un delincuente sexual, lo que puso en alerta roja al servicio postal, puesto que en las cartas los niños indican su dirección y datos personales.