Según los expertos, los talibanes obtienen su financiación de diversas fuentes. Parte del dinero procede del comercio de opio y del tráfico de drogas, o de otros delitos como el contrabando. Además, el grupo grava y extorsiona a las granjas y otros negocios, y también participan en secuestros para obtener rescates.

El grupo también recibe donaciones de un amplio abanico de benefactores que apoyan su causa o lo consideran un activo útil, según los expertos.

“Están inundados de dinero en efectivo”, dijo a NPR (servicio de radiodifusión pública de Estados Unidos) Gretchen Peters, directora ejecutiva del Centro de Redes Ilícitas y Crimen Organizado. “Los talibanes llevan casi dos décadas ganando mucho más con el tráfico de drogas y otras actividades ilícitas, que van desde los chanchullos de extorsión hasta el tráfico de madera, pasando por la minería artesanal y los planes de secuestro”, declaró.

, dependen más del tráfico de drogas. Pero otros, como los situados en el este y el sureste, tienden a ganar dinero de otras maneras, como la extorsión, el secuestro y el tráfico de madera, agregó Peters.

Naciones Unidas estima que reciben al año hasta 1600 millones de dólares

Aunque es difícil saber con exactitud cuánto dinero ingresan los talibanes cada año, un reciente informe de las Naciones Unidas estimó que se trata de entre 300 y 1600 millones de dólares.

“Las principales fuentes de financiación de los talibanes siguen siendo las actividades delictivas, como el tráfico de drogas, la extorsión, los secuestros para pedir rescate, la explotación de minerales y los ingresos procedentes de la recaudación de impuestos en las zonas bajo control o influencia de los talibanes”, señala el informe.

Hanif Sufizada, que estudió las finanzas de los talibanes como analista de política económica en el Centro de Estudios sobre Afganistán, calculó en diálogo con Fox News que el grupo obtenía unos 416 millones millones de dólares de las drogas -Afganistán representó aproximadamente el 84% de la producción mundial de opio en los últimos cinco años, según Naciones Unidas- y unos 400 millones de dólares de la extracción de mineral de hierro, mármol, cobre, oro, zinc y otros metales y minerales de tierras raras.

Además, el grupo impone un impuesto del 10% a todos los eslabones de la cadena de producción de la droga, según un informe de la Unidad de Investigación y Evaluación de Afganistán, una organización de investigación independiente con sede en Kabul, incluidos los agricultores que cultivan la amapola, principal ingrediente del opio, los laboratorios que la convierten en droga y los comerciantes que trasladan el producto final fuera de la nación.

Según detalla la investigación, el grupo militante recibió otros 160 millones de dólares a través de la extorsión y los impuestos; 240 millones de dólares de donantes privados e instituciones internacionales, muchos de los cuales se encuentran en los países del Golfo Pérsico; 240 millones de dólares de las exportaciones de consumo cotidiano que se utilizan para blanquear el dinero ilícito, como las piezas de automóviles y los vehículos reensamblados; y 80 millones de dólares de los bienes inmuebles.