El rey Carlos III pasó un momento incómodo al mancharse las manos con la tinta del bolígrafo. (Foto: Captura de video).
El rey Carlos III pasó un momento incómodo al mancharse las manos con la tinta del bolígrafo. (Foto: Captura de video).

Son días duros y algo acelerados para el nuevo monarca del Reino Unido. Desde que la reina Isabel II falleciera el pasado jueves, a Carlos III se le ha visto en diversos lugares cumpliendo todos los actos protocolares, que van desde homenajes a su madre hasta su proclamación como rey oficial de todo el territorio británico.

Este martes no fue la excepción, luego de efectuar su primer viaje a Irlanda del Norte, donde, además de darse un baño de popularidad, paseó con la reina consorte, Camila, por la enorme alfombra de ramos de flores y dedicatorias que se extendía ante las puertas del castillo de Hillsborough, su nueva residencia oficial en la región, cuenta .

Es en este espacio, precisamente, donde el hijo mayor de la fallecida Isabel II ha vuelto a ser noticia tras reaccionar con furia al mancharse las manos con tinta del bolígrafo. Todo quedó registrado en un video que ya es tendencia en redes sociales de todo el mundo.

Carlos III vivió un momento incómodo cuando se disponía a firmar el libro de visitas del mencionado castillo. Tal como muestra el clip, primero se confunde con la fecha, por lo que se inquietó al no poder rectificarlo: ¡Ay, Dios, puse la fecha equivocada!, exclamó.

Después de realizar su firma, se manchó de tinta la mano y, sin reparos, expresó lo mucho que le molestó este hecho. “¡No puedo soportar esta maldita cosa! Es un momento apestoso”, dice visiblemente enfadado.

El personal del lugar no tardó en reemplazar la pluma defectuosa, para que Camila pueda continuar con su firma sin problemas, mientras que el rey sale apresuradamente de la sala sin dejar de lamentarse.

Molesto en público

Esta sería la segunda vez en menos de una semana que el monarca muestra su enfado en público. Episodios que se difunden en las redes sociales por su sorpresivo temperamento.

La semana pasada, durante el acto de su proclamación, cuando se disponía a firmar ante el Gobierno británico como jefe de Estado, el rey hizo un gesto y una mueca inoportuna para que los empleados le retiraran un portaplumas que ocupaba lugar en el centro de la mesa.