10 frases que un jefe no debe usar NUNCA
10 frases que un jefe no debe usar NUNCA

Las palabras que uses en una posición de mando deben ser analizadas con mucho cuidado. Una frase mal interpretada o hiriente puede hacer que la relación con tus compañeros de trabajo se vea severamente afectada.

Un líder es aquel que inspira a los demás a dar lo mejor de sí, no aquel que los obliga a esforzarse al máximo sin recompensas. Es por eso que el poder del discurso toma un gran protagonismo en los líderes. Estas son las frases que nunca debes usar en tu posición de mando:

1.- Yo soy el jefe. Declarar tu título muestra una actitud de imposición frente a los demás, una declaración de que las cosa se harán a tu manera, pase lo que pase.

2.- No es culpa mía. Los mejores líderes asumen las responsabilidades sobre los problemas, no se hacen de la vista gorda ni culpan a los demás.

3.- Lo haré yo mismo. Ser líder no implica ser el único capaz de hacer las cosas, es mejor delegar responsabilidades a los compañeros de trabajo y hacerlos todo juntos.

4.- Ya lo sé todo. La vida es un constante aprendizaje, no hay forma de que conozcas todas las respuestas siempre.

5.- Fracasar no es una opción. En vez de motivar, lo que hace esta actitud es generar miedo en los colaboradores. El error es parte del aprendizaje.

6.- Así no lo hacemos aquí. Cuando un trabajador propone una nueva alternativa para lograr metas es importante no cortar sus alas con esa típica frase, el cambio siempre es positivo.

7.- Quiero resultados, no relaciones. Los grandes líderes saben que los mejores resultados se producen a través de las relaciones personales.

8.- No me importa que no sea ético. Alentar a un trabajador a romper con las normas que le demandan su propia ética es solo el inicio de una cadena negativa que no tiene fin.

9.- No me traigas malas noticias. Hacer esta observación no hará que las personas dejen de fallar, ellas solo decidirán esconder los problemas hasta que uno de ellos explote en tu rostro.

10.- Tienes suerte de tener trabajo aquí. Esta frase destruye el impulso y mata la moral del trabajador, porque le hace sentir como si fuera un favor que esté trabajando en la empresa, cuando se ha ganado su puesto.

¡Tienes que ver esto! 

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